El sector del automóvil evoluciona a una velocidad de vértigo: sistemas de asistencia al conductor, de navegación automática, interfaces orales, conducción autónoma, percepción del entorno,... El Clúster de Automoción de Aragón (Caar) sabe que el desarrollo de este tipo de vehículos inteligentes va a generar nuevas oportunidades de negocio y no quiere que sus 43 empresas asociadas se queden al margen. Con ese objetivo, encargó al Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A) de la Universidad de Zaragoza un informe del que se desprende que el mercado con mayor interés para las auxiliares aragonesas es el de la "micromovilidad eléctrica".

"Vemos que este sector es el que más trabajo puede generar porque en Europa ya se venden cada año un millón de coches eléctricos pequeños, similares a los que se utilizan en los aeropuertos o en los campos de golf", explicó el director del I3A, Juan Ignacio Garcés, en una rueda de prensa en la que también participó el presidente del Caar, Benito Tesier.

Según Garcés, en el mejor de los escenarios no se descarta llegar a desarrollar íntegramente este tipo de vehículos, aunque, quizá, el objetivo más realista a medio plazo pasa por realizar componentes para otros fabricantes. "Lo que queremos es abrir un camino y analizar nuevas oportunidades de negocio para las empresas", indicó el gerente del clúster, David Romeral, que recordó que en China ya hay cien productores de estos micro coches eléctricos y más de 20 en Europa.

En España, Renault fabrica su Twizy en la planta de Valladolid y otras comunidades como País Vasco o Cataluña también desarrollan modelos similares, según apuntó Garcés. "Lo que ocurre es que no se utilizan componentes específicos porque estos coches no necesitan frenos tan potentes o los mismo amortiguadores que los vehículos normales", explicó el director del I3A, que subrayó que la administración pública también se ha interesado en este tipo de automóviles para realizar por ejemplo trabajos en parques y jardines.

ESTUDIO DE VIABILIDAD

Con todo, el proyecto del Caar y el I3A se encuentra en una fase incipiente. "Por el momento el estudio de viabilidad que nos va a financiar el Ministerio de Industria nos va a decir si hay mercado para seguir avanzando", señaló Romeral.

El informe realizado por el I3A también analizó otros subsectores como la comunicaciones tecnológicas de los vehículos inteligentes. Un campo que, en opinión de Garcés, es complicado entrar porque está "copado" por los grandes fabricantes. "La clave es aglutinar demanda tecnológica porque los costes de I+D para una empresa pequeña son muy grandes", apuntó.

Por su parte, Tesier aseguró que las firmas de automoción aragonesas siempre estarán "abiertas" a cualquier tipo de proyecto, siempre que planteen nuevas oportunidades de negocio sostenible. Actualmente, el Caar está compuesto por 43 empresas y seis organismos públicos que emplean a 7.000 personas y facturan 1.400 millones.