La Inspección de Trabajo ha detectado durante el 2014 irregularidades en las horas extraordinarias realizadas en más del 60% de los trabajadores a los que ha realizado controles, según informó ayer la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, en el Pleno del Congreso.

Durante este año se han realizado 2.900 actuaciones de la inspección sobre la realización de horas extras, 100 más que en el 2013, en las que se han detectado infracciones en 27.000 trabajadores, frente a los 43.400 a los que se han realizado controles. Báñez indicó que el Gobierno "ha mejorado y reformado" el contrato a tiempo parcial, con el objetivo de prohibir horas extra y pedir al empresario que especifique día a día las horas de la jornada trabajada.

También destacó que, fruto del plan de lucha contra el fraude en materia laboral y a la Seguridad Social, hay 320.000 empleos que se han regularizado desde la puesta en marcha a comienzos del 2013 de estas medidas. En respuesta a una pregunta del diputado del grupo socialista Rafael Simancas, la ministra detalló que "más de 200.000" de los casos aflorados "no tenían ni alta en la Seguridad Social".

El diputado socialista intentó rebajar la euforia de la ministra asegurando que sólo el 1,13% de las inspecciones de trabajo persiguen captar "los 10 millones de horas extra que se trabajan y no se cobran o los contratos a tiempo parcial que tienen jornadas esclavistas".

Simancas consideró que la orientación de los planes de inspección es errónea porque el 65% de estas medidas se dirigen a perseguir "a los parados que intentan complementar subsidios de miseria haciendo una chapucilla o sirviendo unas mesas en una comunión".