El índice de precios de consumo (IPC) subió el 0,7% en marzo, con lo que la inflación de los 12 últimos meses se mantiene estable, en una tasa moderada del 2,1%, la más baja en cinco años. Sin embargo, muchos expertos y analistas temen que la inflación haya tocado suelo. La patronal CEOE y las Cámaras de Comercio manifestaron ayer su preocupación por la subida de los precios del crudo y por la depreciación del euro. Un empeoramiento de la inflación volvería a mermar la competitividad de los productos españoles.

La patronal alertó del peligro que se cierne sobre los precios de combustibles y carburantes tras la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de reducir la producción. La organización empresarial también advirtió del fortalecimiento del dólar frente al euro, que acabaría con la compensación que ha supuesto la fortaleza de la divisa única frente a la subida del crudo, que se paga en dólares.

Según las Cámaras, "para los próximos meses, la corrección de la cotización de la moneda única, los elevados precios de las materias primas y la incipiente recuperación de la economía mundial podrían presionar el IPC al alza". Por estos motivos, sus previsiones "indican que se podría estar ante el mínimo anual de inflación". UGT y CCOO subrayaron los mismos temores.

La inflación subyacente (que excluye los precios más inestables de alimentos frescos y energía) se redujo una décima en marzo, hasta el 2,2%. Los precios que más subieron fueron los de vestido y calzado --el 2,8%, por el fin de las rebajas-- y los de los carburantes (el 2,4%). También aumentaron los precios de hostelería (el 0,5%) y los de viajes organizados (el 2,1%). Los alimentos frescos subieron el 0,8%, aunque medidos en tasa anual crecen el 6,5%. En 12 meses, los grupos que han registrado mayores alzas son los de alimentación, hostelería y enseñanza.