Bastó un discurso de nueve minutos para que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, diera por clausurada ayer la cumbre económica celebrada en el Museo Guggenheim de Bilbao en la que participaron representantes de primer nivel de instituciones económicas mundiales y de multinacionales españolas. Rajoy habló del "gran éxito" de la recuperación española en un discurso económico en el que, por primera vez desde que es presidente, no incluyó mención alguna al problema de los casi seis millones de desempleados.

Puede que el alto nivel de paro fuera la principal preocupación y el mayor desafío para la economía española subrayados por todos los participantes en la cumbre, desde el mismo Rey Juan Carlos, hasta la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, pasando por el ministro de Economía, Luis de Guindos, los comisarios europeos y los presidentes de las grandes empresas españolas. Pero el presidente del Gobierno ni lo mencionó en un foro concebido para reforzar la imagen exterior de la economía española.

Cuando la presidenta del Partido Popular de Euskadi, Arantxa Quiroga, propuso al presidente Rajoy celebrar un evento económico de relevancia en Bilbao ni ella misma podía imaginar que el resultado iba a ser el de una cumbre internacional, con la presencia de Lagarde y el Rey en el acto de apertura. En la petición de Quiroga, el ministro De Guindos vio la posibilidad de celebrar una especie de mini Davos a la española (réplica de la reunión anual de líderes en el balneario suizo) donde reunir autoridades mundiales con representantes de multinacionales españolas y del Gobierno.

"Evidentemente, hay mucho de marketing en la convocatoria de hoy hecha por el Gobierno español y por Rajoy, y creo que se ha hecho mucho de cara al exterior, pero también como marketing interno dentro del Estado", dijo la presidenta del BBB del PNV, Itxaso Atutxa en declaraciones a Onda Cero.

Rajpy afirmó que "España está ganando competitividad por primera vez sin recurrir al tipo de cambio, a la devaluación. Este es nuestro gran éxito y nos muestra que estamos haciendo bien nuestro trabajo". El presidente destacó que es un "esfuerzo de todos" porque los agentes sociales han realizado un "notable esfuerzo" dirigido a la moderación salarial y la reducir costes.

Rajoy glosó las principales reformas estructurales adoptadas por el Gobierno y ante los centenares de representantes empresariales en el auditorio subrayó que "este Gobierno apoya decididamente a las empresas y seguiremos apoyándolas". Del mismo modo que Lagarde, por la mañana, puso deberes al Gobierno español, Rajoy, por la tarde, se atrevió a ponérselos a Europa. Según dijo, se debe avanzar en reformas estructurales para que la zona económica sea más eficiente, en la unión bancaria, fiscal y política, y en medidas para favorecer la liquidez de las economías más afectadas.