La empresa aragonesa Cardinter aceptó ayer que al menos 23 de los 40 despidos contemplados en el expediente de extinción presentado por la firma textil sean voluntarios, si bien los sindicatos han solicitado que cese su actividad y se declare concurso de acreedores para que la plantilla pueda cobrar del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa). Los 52 trabajadores de la empresa están en huelga.