La reunión del comité ejecutivo de la CEOE no será fácil. Ayer, algunas voces en la organización ya se mostraban contrarias (aunque de forma muy prudente) a que el líder de los empresarios madrileños (CEIM), Arturo Fernández, siguiera en la patronal. Es el caso de los representantes aragoneses que veían "razonable" y "conveniente" que Fernández dejase su cargo tras verse salpicado por el uso de la tarjetas 'b' de Caja Madrid. "Hay que hacer de todo menos dejarlo correr", señaló ayer a este diario el expresidente de la Confederación de Empresarios de Aragón (CREA), Jesús Morte, y actual vicepresidente de la patronal española. Mientras, Javier Ferrer, también vicepresidente de la CEOE y expresidente de la Confederación de Empresarios de Zaragoza (CEZ) se pronunció ayer en esta misma línea: "Creo que debería dejarlo, porque es lo mejor para él y para la imagen de la patronal española", zanjó.

Sin embargo, ambos se mostraron laxos a la hora de juzgar la actuación de Fernández en la caja madrileña, al considerar que "no incumple estrictamente el código de conducta" aprobado hace solo unos meses por la CEOE. Y, por tanto, señalaron que desde la patronal resulta "complicado" desalojar al líder de los empresarios de Madrid por el uso de las tarjetas black.

Más contundente fue la también aragonesa Pilar Andrade, que hoy asistirá a la junta directiva de la CEOE. "Es lamentable", dijo, al tiempo que enfatizó que "la actitud de un líder empresarial debe ser ejemplar en todo".

En cualquier caso, tanto Morte como Ferrer y Andrade reconocen que sobre la mesa está la credibilidad de la patronal española que hoy afronta una ejecutiva cuanto menos acalorada.