El nuevo consejero delegado de Microsoft, Satya Nadella, defendió de madrugada el primer balance trimestral desde que tomó en febrero los mandos de la compañía que ha encaminado hacia la nube para soltar el lastre que supone su excesiva exposición al decadente negocio del PC.

A simple vista, los números de Microsoft son poco alentadores, con una caída del beneficio neto interanual de un 6,5% entre enero y marzo, hasta los 4.050 millones de euros, y unos ingresos casi idénticos a los de hace un año, 14.752 millones de euros 0,4 % menos), pero las cuentas distorsionan la tendencia.

En los primeros tres meses del 2014, Microsoft creció en todos sus segmentos de negocio, desde Windows hasta Office, tanto para consumidores como para empresas, pasando por las plataformas para desarrolladores, las tabletas Surface y las consolas Xbox.

El desajuste provino de ingresos anotados entre enero y marzo del 2013 por operaciones de promoción asociadas al actualizaciones futuras a Windows 8, así como preventas de Office, y opciones para mejoras en videojuegos, entre otras cosas, que entonces supusieron 1.651 millones de dólares.

Un año después, Microsoft reportó pérdidas de 127 millones de dólares en ese capítulo de oferta de productos, lo que dejó una diferencia de ingresos interanuales de 1.778 millones de dólares que la empresa logró compensar por el rendimiento sus áreas de negocio ordinarias.

En términos absolutos, la diferencia de ingresos entre el primer trimestre del 2013 y el primero del 2014 fue solo de 86 millones de dólares. El hecho de que los márgenes brutos cayeran un 7,8 %, en parte asociados por el mayor coste de fabricación y venta de los nuevos productos (como Xbox One) repercutió sobre el beneficio.

Estas disparidades son poco representativas del rumbo que ha tomado la empresa que el viernes absorberá definitivamente a Nokia, compañía que compró en septiembre de 2013 por 7.200 millones de dólares, y que pasará a integrarse en su estructura y en su balance al cumplirse los plazos marcados.

Las cuentas de enero a marzo del gigante tecnológico superaron las expectativas de los mercados y sus acciones subieron más de un 3 % en los minutos que siguieron a su publicación.

"Resumo este trimestre en dos palabras: ejecución y transición", comentó el consejero delegado de la empresa, Satya Nadella, que insistió en la transformación que experimentó Microsoft en los dos últimos meses y prometió "innovación" porque el sector tecnológico "no respeta la tradición".