La Organización Mundial de Turismo (OMT) envió ayer una clara advertencia a Europa: las consecuencias de la restricción de visados a los ciudadanos rusos pueden ser nefastas. El secretario general de este organismo, Taleb Rifai, afirmó ayer que entre las acciones de castigo que se pueden imponer a Rusia a raíz del conflicto de Ucrania, "lo más alarmante" es la posibilidad de impedir la entrada en Europa de un colectivo muy importante para algunos destinos. Y se refirió explícitamente a Canarias, Baleares y Barcelona, así como a Grecia, donde, aseguró, están "aterrados" ante esa posiblidad. Las diferencias políticas son "legítimas" y "comprensibles", dijo, "pero no se ha de reflejar en los movimientos de personas porque eso hará daño a todos, sobre todo a quienes impongan las restricciones".