Insostenible e inadecuado. El actual sistema de pensiones en el Reino Unido condenará a la penuria y la pobreza a millones de ciudadanos, a menos de que se lleve a cabo una reforma radical. El informe presentado ayer por un comité independiente, la Comisión de Pensiones, advierte de que 12 millones trabajadores no están ahorrando lo suficiente para disponer del mínimo necesario para vivir tras jubilarse.

El estudio afirma que el 30% de los pensionistas sufrirá una reducción en sus ingresos, si no aumentan, bien los impuestos, bien el ahorro privado o la edad de la jubilación. A falta de una solución combinada, las pensiones del Estado o las privadas deberán elevarse en unos 85.000 millones de euros al año.

La raíz del problema radica en que la natalidad en el Reino Unido ha descendido, al tiempo que han aumentado los años de vida de los ciudadanos. Este envejecimiento, significa que no hay suficientes contribuyentes en edad de trabajar, para pagar las pensiones de todos. A esto se añade la desconfianza creciente de los ciudadanos en los planes de ahorro y pensiones privados, tras varios escándalos y los persistentes malos resultados de la bolsa.

El informe advierte de que si los impuestos y los ahorros se mantienen al nivel de hoy, la edad de jubilación deberá fijarse sobre los 70 años y no a los 65 de ahora, para mantener el actual nivel de vida. "El gran problema se producirá dentro de 15 o 20 años, a menos que el sistema y el comportamiento cambien", advirtió Adair Turner presidente de la comisión. Turner calificó el sistema de pensiones estatales británico como uno de los menos generosos del mundo desarrollado. Al mismo tiempo, cada vez son más las compañías que no pueden cumplir con los esquemas de pensiones y beneficios pactados con los empleados.

Las soluciones a la crisis implican sacrificios, algo siempre impopular para el político que las aplique. Así se explica que durante varias décadas, gobiernos conservadores y laboristas hayan preferido no realizar los dolorosos ajustes, que según el estudio, deberían haberse realizado hace 20 o 30 años. Un portavoz del primer ministro Tony Blair dijo que el informe coincide son la posición del Gobierno de buscar un consenso nacional sobre la reforma pendiente. De momento sin embargo, Blair ha aplazado cualquier decisión.