Los precios del petróleo siguieron ayer su escalada de máximos, impulsados por los nuevos datos de la fortaleza de la demanda china, las amenazas de sabotajes en los oleoductos de Irak, y la incerteza que supone el referendo de Venezuela del domingo. Así, en Nueva York, los contratos de futuros del West Texas alcanzaron los 45,93 dólares, y el Brent --referencia europea-- tocó los 43 dólares en el mercado de Londres.

Según el analista independiente Geoff Pyne, "la incertidumbre sobre la oferta persiste y la demanda no da signos de frenarse". A la situación de inestabilidad contribuyó una explosión en una refinería de BP en Indiana, productora de 420.000 barriles por día.