La constructora Sacyr-Vallehermoso, presidida por Luis del Rivero, comunicó ayer a la CNMV, que "está estudiando la oportunidad de adquirir una participación de BBVA".

Se confirmaron así las especulaciones que hablaban de un asalto a la presidencia del BBVA teóricamente avalado desde el Gobierno por el asesor económico de José Luis Rodríguez Zapatero, Miguel Sebastián. De hecho, el presidente del Gobierno aún no ha recibido a González, a pesar de que éste le pidió una entrevista tras las elecciones de marzo pasado. El asunto está en estos momentos sobre la mesa del gobernador del Banco de España, que es quien tiene la última palabra.

Fuentes de La Moncloa confirmaron ayer que "el miércoles pasado los representantes de Sacyr se entrevistaron con el asesor del presidente", pero lo calificaron de "acto de cortesía", porque cuando un grupo de accionistas "tiene un paquete de acciones y quiere entrar en un banco, es normal que lo comunique al Gobierno. Pero quien tiene toda la información y conoce el asunto es el vicepresidente Pedro Solbes. El Gobierno no interfiere en cambios de accionistas en empresas privadas".

Al final de la semana pasada, Solbes también recibió a accionistas de Sacyr. Según fuentes del Gobierno, les escuchó y se limitó a darles la doctrina oficial: "Si tienen un paquete de acciones, comuníquenlo a las instituciones que corresponde". Si bien Solbes ve la operación con distanciamiento, tampoco "va a hacer nada" contra posibles accionistas.

Entre ambos encuentros, los accionistas contactaron con José Ignacio Goirigolzarri, consejero delegado del BBVA, quien les dijo que le llamen cuando puedan acreditar la propiedad de las acciones.

En La Moncloa reiteraban ayer una y otra vez que el vicepresidente Solbes "es la máxima autoridad económica" y que "Sebastián ha enviado, desde el primer momento, toda la información al vicepresidente".

Lo cierto es que el nerviosismo era latente en el entorno del asesor económico del presidente Zapatero. En las últimas semanas, en medios periodísticos y económicos se daba por hecho que Sebastián, exdirector del servicio de estudios del BBVA (del que salió enfrentado con Francisco González), avalaba la operación de Sacyr-Vallehermoso.

En medios próximos a los accionistas de la constructora daban por hecho "el aval y todos los vistos buenos de Moncloa". Se ha venido hablando de un paquete de acciones "de entre un 4% y un 5%", para lo que harían falta, a precios de mercado, más de 2.100 millones de euros y les convertiría en el accionista de referencia de la entidad.

Ante el tamaño de la operación, las mismas fuentes admitían que "puede que haya capital de Neguri implicado". González echó del banco a lo más rancio de la margen derecha de Bilbao tras el caso de las cuentas secretas de Jersey.

Un portavoz del BBVA declaró ayer no tener "constancia de que ninguna entidad o particular tenga un paquete significativo del banco", para añadir después que "nos extrañaría muchísimo que el Gobierno estuviera en una operación de este tipo". Sobre la posible entrada en el banco vasco se han manejado los nombres de Vicente Benedito, director general de Sacyr (exconsejero delegado del BBVA en Brasil). También se citaba para sustituir a González en la presidencia a José Pérez, exdirector general del Banco de España y del BBVA, amigo de Sebastián y presidente de Intermoney.