La Asociación de Directivos y Ejecutivos de Aragón (ADEA) ha disparado su cifra de asociados en los últimos ocho años. Justo el tiempo que lleva de presidente Salvador Arenere. Este turolense nacido en Mora de Rubielos ha ocupado diferentes cargos en el sector financiero (Banco Central Hispano o Santander), ha sido miembro del Consejo Económico y Social de Aragón (CESA) y actualmente es asesor de Comunicación y Relaciones Institucionales de Puerto Venecia. Con él, el antiguo Club de Márketing ha ganado peso en el panorama socioeconómico aragonés.

--A pesar de la crisis, ADEA se ha consolidado estos últimos años como un nuevo agente económico en Aragón. ¿Están satisfechos con la evolución?

--La verdad es que sí porque hemos cumplido buena parte de los objetivos que nos habíamos marcado. La actual directiva nos incorporamos hace ocho años. En este tiempo la masa social ha crecido mucho pasando de 150 a 1.200 socios. Además, creo que nos hemos consolidado como el primer foro de opinión de Aragón: el año pasado organizamos 20 eventos, entre jornadas técnicas, desayunos informativos, cursos de formación o la convención anual.

--¿Con qué objetivos se constituyó la asociación?

--Queríamos convertirnos en un referente de la vida económica y social de Aragón, ser el foro de opinión líder en la comunidad y también servir de canal para los directivos en cuanto a poder articular sus demandas y sus opiniones. Eso en la fase inicial. Tras celebrar el 50 aniversario en el 2010 nos propusimos crecer y llegar también a Huesca y Teruel, algo que hemos conseguido ya que contamos con un consejo asesor en cada provincia.

--La junta directiva se renueva el próximo año. ¿Quiere seguir al frente de ADEA?

--En principio sí, salvo que se estime lo contrario. No sé si hay algún candidato, pero yo estoy con ganas e ilusión por seguir impulsando la asociación. Y eso que hay que echarle muchas horas porque ahora la actividad se ha intensificado mucho. Antes solo hacíamos los premios Vendor y alguna cena. Ahora celebramos 20 eventos al año y hemos incorporado Huesca y Teruel.

--¿La crisis ha reducido el apoyo por parte de las instituciones?

--El único apoyo que recibimos es para la convención anual. Para el resto nos financiamos con las cuotas de los socios y con nuestro club de patrocinadores.

--En su indicador de opinión de enero lamentaban el "distanciamiento" que hay entre el sistema educativo y el mundo de la empresa. ¿Cree que ADEA puede jugar algún papel en ese sentido?

--Creo que ese papel es más adecuado para la administración y las organizaciones empresariales. Pero pienso que es un tema que merece la pena dedicarle tiempo, porque hay un paro juvenil muy alto y las universidades no ofrecen las titulaciones que demandan las empresas. Si ofreciera nuevas especialidades se podrían crear yacimientos de empleo en el ámbito de los contenidos digitales, la animación o la programación para móviles y videojuegos.

--El último indicador era menos optimista que el del segundo semestre del 2013. ¿Aragón está peor que hace un año?

--Somos conscientes de que las buenas noticias en el sector del automóvil tendrá un efecto positivo en la generación de PIB y probablemente también en el empleo. Pero tenemos que pensar también en el resto de sectores. En ese sentido, y aunque aseguraban que la destrucción de empleo ha tocado fondo, los directivos percibían un cierto estancamiento y opinaban que hace falta un mayor impulso en otros sectores para reactivar la demanda interna y el consumo.

--¿Cree que la administración debería impulsar más esa reactivación?

--A veces no se trata solo de recursos, sino de orientar y dar el primer impulso. Pienso por ejemplo en el sector agroalimentario, donde tenemos buena materia prima pero nos falta manufacturar productos. Es ahí donde se genera empleo y valor añadido.

--¿Las empresas aragonesas empiezan a tener más interés por invertir y acometer proyectos?

--Algo se mueve pero muy tímidamente. Y todavía sigue habiendo pymes con muchos problemas. No todo el mundo ha salido al exterior y exporta el 70% de su producción. Hay sectores que tienen grandes problemas.

--Aseguraron en enero que Aragón no está captando la inversión extranjera que le correspondería...

--Porque pensamos que Aragón tiene grandes fortalezas en este sentido. Es una potencia logística, cuenta con personal cualificado y gran número de polígonos con suelo disponible a precios competitivos. El problema es que no solo Aragón tiene fortalezas. Por eso hay que salir a venderlas. Yo creo que todo el mundo nos tenemos que convertir en directores comerciales de nuestro territorio. Y más los que están en las instituciones.

--¿Y cuáles son las mayores debilidades de la comunidad?

--El problema más acuciante es el energético. También las altas tasas impositivas. España es el tercer país europeo con el IRPF y el impuesto de sociedades más alto. Solo nos supera Malta y Chipre. Las empresas y los particulares se han reestructurado y han hecho ajustes importantes, pero da la sensación de que la administración no tanto.