Juan Antonio García Toledo es quizá uno de los ejecutivos más camaleónicos de CAI. Su llegada a la entidad en el año 1990, tras ser fichado por Juan José Grávalos, le ha permitido tener un elevado grado de conocimiento de los entresijos de la caja en la que se ha movido como pez en el agua. Tanto es así que salió de CAI con una pensión vitalicia millonaria (tiene una prestación postempleo de 2,3 millones, en concepto de indemnización al jubilarse en el 2011). Pero ayer no quiso hablar de ello. "De cantidades concretas no voy a hablar", dijo a preguntas de los miembros de la comisión, porque pertenecen al "ámbito de la intimidad personal y familiar".

Su trayectoria también demuestra su habilidad a la hora de ganarse la confianza de los directivos. Llegó como asesor jurídico, pero solo dos años después fue nombrado subdirector. En el 2006, año en el que dejó la presidencia Fernando Gil, se hizo con el puesto de subdirector general y en el 2008 llegó a director general adjunto, en el momento en que Rafael Alcázar fue desalojado de lo más alto de CAI por una operación supuestamente orquestada por Tomás García Montes, según dejó entrever el propio Alcázar en la comisión de investigación.

Un contrato blindado

Ayer, en las Cortes de Aragón se le preguntó a García Toledo por este episodio."¿García Montes le recompensó por ayudarle en la salida de Alcázar con un contrato blindado?", fue la pregunta. "Absolutamente no", respondió. A juicio de García Toledo era un puesto que estuvo "vacante" desde hacía muchos años y se recuperó. Curiosamente, el contrato blindado del exdirector general García Montes, que la misma Caja Inmaculada trató de echar atrás sin éxito, es muy similar al que tenía García Toledo. La renta inicial bruta contemplada para el 2011 era de 180.250 euros; la del 2012 de 159.402; la del 2013 de 162.590; la del 2014 de 165.842; y la del 2015 de 169.158. Este último importe se mantiene constante para los sucesivos ejercicios. Pero el silencio fue su respuesta.

Hoy, este exejecutivo de CAI, que también fue secretario del consejo de administración de Caja3, es ahora vicesecretario no consejero del nuevo grupo Ibercaja.