Los sindicatos quieren que esta legislatura que comienza les de lo que la anterior únicamente les prometió. Pedro Sánchez ha ido posponiendo desde que le ganó la moción de censura a Mariano Rajoy las grandes reformas pendientes en materia laboral que defendía en la oposición. Derogar la reforma laboral del 2012, la de las pensiones del 2013 o elaborar un "Estatuto de los Trabajadores del siglo XXI" son algunas de las promesas que siguen como borradores en los cajones del Ministerio de Trabajo y que el PSOE llevó en el programa electoral con el que venció el pasado 28-A.

Cuando los sindicatos han llamado a la puerta de Moncloa durante los últimos diez meses para reclamar las cuentas pendientes, el argumento de la precaria mayoría parlamentaria se las ha cerrado en múltiples ocasiones. Los resultados que dejaron las elecciones del pasado domingo han dibujado un panorama diferente y unas posibles mayorías de izquierdas por las que los sindicatos abogan claramente.

"Con Rivera no", clamó Ferraz en la noche electoral y los sindicatos van a empujar en la misma dirección este Primero de Mayo. CCOO y UGT planean salir a la calle para recordarle a Pedro Sánchez que, si bien hacía 11 años que un socialista no ganaba a unas elecciones, ellos llevan nueve años celebrando el Primero de Mayo con la derogación de la primera reforma laboral, la de Zapatero, como principal reivindicación.

A FAVOR DE UN GOBIERNO DE IZQUIERDAS

Las centrales sienten el éxito de Sánchez, y el aguante de Unidas Podemos, en parte como suyo, ya que tras la convocatoria de elecciones CCOO y UGT pospusieron su propio calendario de movilizaciones en vistas a no dar argumentos a la derecha. De cara al 28-A pidieron a sus afiliados que se movilizarán y dieran su voto a la izquierda, por lo que ahora esperan sacarle al futuro Gobierno de Sánchez los compromisos que en la pasada legislatura no pudieron.

Tras los comicios del domingo los votos más conservadores del PDECat (ahora Junts per Catalunya) o del PNV no serán imprescindibles para sumar mayorías suficientes con las que derogar las reformas laborales o la de las pensiones. ERC en esos temas siempre se mostró dispuesta en la pasada legislatura y desde la perspectiva social no deberían aparecer obstáculos para remar en dicha dirección. Otras corrientes, no obstante, puede traer la cuestión nacional.

CCOO y UGT tienen su apuesta clara, aunque también son "conscientes de que hay otra cita electoral en mayo" y que hasta entonces "los tiempos políticos no van a correr demasiado", tal como reconoció el secretario general de CCOO, Unai Sordo, el pasado lunes en la presentación del programa de este Primero de Mayo. Más prisas se dio la patronal para expresar su opinión sobre la buena pareja que formarían PSOE y Ciudadanos. El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, afirmó que se sentiría "cómodo" con un Gobierno de "centro-izquierda", a lo que el propio Albert Rivera se ha encargado de responder este martes alegando que "han votado los españoles, no la CEOE ni un banco, según ha afirmado en una entrevista en Telecinco.

RECUPERAR LA "AGENDA SOCIAL"

Una vez que Sánchez forme gobierno los sindicatos apretarán para avanzar en la "agenda social" que consideran que lleva tanto tiempo postergada. La principal reivindicación será la derogación de las reformas laborales, mediante la recuperación de la ultraactividad, la reforma de la subcontratación o la prevalencia del convenio sectorial sobre el de empresa, con las que las centrales esperan recuperar los equilibrios frente a la patronal en la negociación colectiva.

Aunque también las centrales pretenden desplegar la recién formada Mesa del Diálogo Social en materia de Igualdad, para desarrollar el real decreto que impulsaba, entre otros, planes de igualdad obligatorios en empresas de más de 50 trabajadores. O realizar un seguimiento de planes de choque impulsados por el Ejecutivo, como el dirigido a parados de larga duración o para jóvenes desempleados. O el Plan para el Retorno, con el que incentivar a que el talento joven que se buscó su futuro fuera de España regrese. También le pedirán al Ejecutivo socialista que encare una nueva subida del salario mínimo interprofesional (SMI) en el 2020, esta vez hasta los 1.000 euros, será otra de sus reivindicaciones.