Las cadenas nacionales de hoteles han encontrado en la provincia de Huesca un punto de referencia para la expansión de su negocio. En concreto, tres de ellas (Vincci, Barceló y Abba) abrirán tres establecimientos de cuatro estrellas en Formigal, Boltaña y en la capital altoaragonesa, respectivamente, en los que invertirán 31 millones de euros en total.

Se trata de los primeros proyectos de estas firmas en la comunidad y, los tres se desarrollarán en territorio oscense, lo que demuestra el potencial turístico de la provincia, que concentra el 46,3% del total de los establecimientos que existen en Aragón.

Pero, sin duda, las comarcas pirenaicas son las que se reparten la mayor parte del pastel, ya que aglutinan el 63% de la oferta hotelera de Huesca. Sirva como ejemplo que, de los tres proyectos de estas cadenas, dos se sitúan en la zona pirenaica. El primero de ellos sera el hotel Vincci Resort Anayet (Formigal), que contará con 92 habitaciones y su inversión alcanzará los 7 millones de euros. A pie de pista y en la estación de esquí, su inauguración está prevista para finales del 2004.

Un año después, en noviembre del 2005 abrirá sus puertas el hotel Monasterio de Boltaña, una reforma en la que Barceló Hotels & Resort invertirá 18 millones de euros. Será de cuatro estrellas y tendrá 97 habitaciones dobles. Esta apertura coincidirá con la que Abba Hoteles llevará a cabo en Huesca capital, donde levantará un hotel de cuatro estrellas con 70 habitaciones, al que destinará 6 millones de euros.

Una de las notas características es la categoría de los proyectos previstos en territorio oscense (4 estrellas), ya que actualmente sólo existen tres establecimientos de este nivel en la provincia de Huesca, por lo que la apuesta es el turismo de calidad.

Por otro lado, la cadena estadounidense Best Western ha presentado una guía de Hoteles de España y Portugal, en la que ya se incluye su establecimiento de próxima apertura en la avenida de Cataluña de la capital aragonesa.

UN DESTINO EN AUGE Los responsables de las tres cadenas hoteleras subrayaron el importante auge que está experimentando la provincia de Huesca, principalmente la zona pirenaica. Y es que, las estaciones de esquí se están convirtiendo en un importante foco de atracción en la última década.

Así, mientras en la temporada 1989/90 se registraron 532.000 esquiadores, el pasado año la cifra se elevó hasta 1,5 millones de turistas. A ello se suma la desestacionalización turística, ya que la demanda de visitantes a las comarcas pirenaicas se produce en todas las temporadas del año.

En este sentido, desde Barceló Hoteles se apunta que la elección de Huesca ha obedecido a razones de "diversificación de negocio (orientado hasta ahora a la playa), la desestacionalización y el auge del esquí". Asímismo, Vincci Hoteles también ha puesto sus ojos en Huesca --segundo destino de montaña elegido por la cadena para abrir negocio tras Sierra Nevada--, ya que es "una zona de atracción de turistas".

AUMENTO DE LA OFERTA Desde la Asociación de Empresarios de Hostelería de Huesca se alude a la "paulatina llegada de nuevas inversiones y apertura de hoteles" en los últimos años en Huesca, aunque su gerente Javier Peña, destaca que "el problema es la estacionalidad y la concentración hotelera en ciertas comarcas", ya que, por ejemplo, la comarca de Sobrarbe es la que ofrece una peor situación al no disponer de estaciones de esquí. En este sentido, apostó por potenciar la promoción turística y por la puesta en marcha de la central de reservas, cuya ubicación podría ser Walqa, según apuntó hace unos días el director general de Turismo, Benito Ros.