La ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo, anunció ayer la intención del Gobierno de incrementar gradualmente las ayudas directas para adquisición o alquiler de vivienda a los sectores más necesitados y disminuir a la vez las desgravaciones fiscales de carácter general que se conceden para la compra de un piso. El objetivo es que cerca del 80% del importe de estas desgravaciones pasen a ser aportaciones directas. Además, el alquiler tendrá el mismo trato fiscal que la compra.

Los responsables de Vivienda consideran que las desgravaciones en el IRPF se están contribuyendo de hecho a mantener el incremento de precios, mientras que las ayudas directas se pueden vincular mucho más a una oferta más asequible.

Trujillo hizo ese anuncio en el tercer Foro Inmobiliario en Madrid. En la misma jornada, promotores e inmobiliarias insistieron en que el precio de la vivienda protegida debe subir, al menos, un 25% para que su construcción empiece a ser rentable.

Por la tarde, en una sesión de control en el Congreso de los Diputados, la ministra aseguró que el Gobierno "pondrá a disposición de las familias españolas a precios y rentas asequibles 180.000 viviendas al año", tanto de acceso a la propiedad como en régimen de alquiler.