Los dos grandes partidos no han entendido nada del 25-M. El mapa electoral ha cambiado pero no accidentalmente, sino con un afán de consolidación. Los ciudadanos quieren regenerar la política con gente de principios (se supone), de izquierda o de derecha, y que luchen más por lo que piensa la calle que por sus propios intereses y bolsillos. Y ahí se han decantado claramente por la izquierda. Ni extrema, ni radical, ni de otro continente. Izquierda de principios. En Aragón también. Pero para dar el salto total, partidos como IU y CHA deben dejar de ser tan sistemáticos y pisar la calle. El domingo, juntos podrían haber hecho más --como en otras ocasiones-- porque resultados como los de Chunta son claramente insuficientes. Y mucho militante de IU se fue a Podemos porque son más frescos y allí también está su gente. Con cercanía, sinceridad y alejados del poso de los partidos grandes, lo del 25-M podría ser solo un inicio.