Carmelo Asensio es el candidato a la Alcaldía de Zaragoza por Chunta Aragonesista. Nació en Zaragoza en 1967. Es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales, especializado en Economía Aplicada y en Economía Laboral, y antes de ser elegido como concejal en Zaragoza en las elecciones del 2011 dirigía el Gabinete de Estudios Económicos de CCOO Aragón. Asumió la portavocía de CHA en el 2015.

- ¿Qué papel puede jugar CHA en la próxima corporación?

- Será un papel determinante, como en los últimos mandatos. CHA es una apuesta sólida y fiable, todo el mundo sabe quiénes somos y cómo trabajamos. Somos una opción que no llega partida en mil pedazos como otras, de gente de aquí de Zaragoza y a la que elige su militancia, no es una lista puesta a dedo por una Ejecutiva de Madrid. Y sobre todo hemos demostrado en estos cuatro años tan convulsos que hemos sido el casco azul de este ayuntamiento, nos hemos batido el cobre para llegar a acuerdos.

- ¿En algún momento se ha arrepentido del apoyo dado a ZeC?

- No suelo mirar atrás con arrepentimiento. Las cosas se hicieron mal por parte de ZeC. En el Gobierno de Aragón hemos estado porque sí hubo un ofrecimento abierto de un pacto para gobernar, pero en Zaragoza no tuvimos esa opción. Y ya nos habría gustado. Ha sido un problema que ZeC actuase con tanta soberbia, arrogancia y prepotencia al principio. Y lo que mal empieza, mal acaba. Son errores que no se tienen que volver a repetir.

- ¿Y cree que no se repetirán?

- Vamos a plantear un acuerdo amplio de toda la izquierda, con medidas concretas diciendo qué vamos a hacer, cuándo y con quién. Si eso permite que se plasme en acuerdos de Gobierno valoraremos esa posibilidad.

- ¿Un Gobierno de toda la izquierda, sin matices?

- ¿Por qué no? Ya hemos tenido experiencias en el 2011 y 2015 que no han sido una fórmula lo suficientemente buena como para dar estabilidad al Gobierno.

- Para CHA sería volver al Gobierno doce años después. ¿Está preparado? ¿Con quien sea?

- Por supuesto que sí. Todo el mundo sabe que somos una izquierda realista, práctica, que ilusiona, que no excluye a nadie y que sabe aprender de los errores cometidos. El resto deberían hacerlo, y hay una ventaja, que hay un cambio de interlocutores en una relación PSOE-ZeC que no ha funcionado y que ha sido tóxica. El entendimiento es posible.

- En realidad cambia solo el interlocutor del PSOE...

- También hay un cambio en ZeC y es que se ha partido, antes eran siete formaciones y ahora, conocidas, solo tres. El resto se han diluido como un azucarillo en un vaso de agua. ZeC ya no es lo que era en el 2015.

- ¿Y volvería a apoyar a un Gobierno de ZeC como en el 2015?

- Lo que está claro es que no vamos a apoyar a un Gobierno de la derecha. ZeC nos ha decepcionado bastante, creíamos que abriría una etapa diferente en la izquierda en Zaragoza pero no fue así. De ahí a una opción mucho peor como un Gobierno de derechas que pueda apoyarse en la ultraderecha, no la permitiremos.

- Esta vez tiene más competidores que nunca. ¿Le preocupa?

- No especialmente. A pesar de que puede estar el voto muy dividido en la izquierda, el de CHA es muy sólido y fiable. Nos avala la trayectoria. Y actuamos de una forma muy distinta a como lo hace ZeC, que a veces ha dado la sensación de ser nueve concejales y nueve voluntades distintas sin orden ni concierto. Queremos llegar a un gran acuerdo de verdad para transformar Zaragoza en cuatro años.

- Otros pronostican que se quedarán fuera del ayuntamiento. O al menos les sitúan en un peligroso alambre.

- Ese escenario no va a pasar. Otra cosa es que otros quieran hacer ver que este escenario le va a pasar peaje a Chunta, pero no va a suceder, demuestran más preocupación por sí mismos. Más peligroso es para una confluencia como ZeC que hoy está partida en mil pedazos. La izquierda, si hacemos bien las cosas, puede sumar a partir del 26 de mayo, y Chunta va a estar ahí y va a crecer en el pleno municipal.

- ¿Mantenerse ya sería un éxito?

- Esto es como el fútbol, salimos a ganar, no a mantener el resultado. Por eso llevamos un proyecto ilusionante, para ser igual de determinantes o más todavía.

- ¿Cómo le resumiría a un zaragozano qué modelo de ciudad quiere para Zaragoza?

- Queremos una ciudad convertida en capital de la sostenibilidad, que apueste por la igualdad de derechos, accesible, que reconozca los derechos de todos y que apueste por un modelo de desarrollo económico, social y cultural que redunde en beneficio de todos. Por eso planteamos hacer un plan estratégico para esto, pero a la vez queremos una mayoría de progreso que garantice que esa riqueza que genere se queda en la ciudad. Llevamos apuestas muy potentes.

- ¿Por ejemplo?

-El modelo de movilidad tiene que cambiar por completo y avanzar en la segunda línea del tranvía, ampliar y mejorar la red de autobuses y garantizar la accesibilidad para todos, con iniciativas como la tarifa 25, la reducción del billete del transporte público a 25 céntimos.

- ¿Y eso cómo se paga?

- El ayuntamiento y la DGA tienen que cumplir unos objetivos de sostenibilidad y un convenio de colaboración es fundamental para ello, imprescindible, para financiar el coste de esta medida. Y también revisar el sistema fiscal, para que las grandes empresas aporten mucho más a las arcas municipales. Por ejemplo en el IBI diferenciado.

- ¿Cuál es el reto más relevante al que se enfrentará Zaragoza?

- Hay varios. Uno es el de la movilidad, por lo que comentaba antes, pero también el de la vivienda. Ahora que parece que todos se han puesto de acuerdo para lanzar una especie de oferta al por mayor que luego no podrán cumplir. Nosotros apostamos por la vivienda pública de alquiler y por lanzar la mayor oferta de suelo público para construirla, pero no privada en propiedad. Y sobre todo está el reto de las políticas sociales y de creación de empleo, con programas novedosos dirigidos a jóvenes, mujeres y parados de larga duración.

- Siempre ha sido un firme defensor del tranvía y de la línea 2. ¿Esta legislatura ya le toca? ¿Se puede prometer para el 2023?

- Sería lo deseable, porque va a ser la línea más estudiada de España. Lleva ocho años así. Al ciudadano hay que hablarle con claridad y es verdad que financiación 100% pública no va a existir, va a haber que buscar financiación de otras administraciones y la colaboración privada. Por eso CHA presentó en Europa el proyecto Linking, que está facilitando la viabilidad de la línea con la red metropolitana con el Aratren. Abre la puerta a fondos que durante años hemos dejado pasar de largo, por un Gobierno cortoplacista que no ha tenido visión de futuro. A nadie se le escapa que sin financiación privada esta línea no existirá.

- Hace falta valentía para pactar un acuerdo con la DGA después del impago de los millones prometidos para la primera línea.

- (Se ríe) Se ha estado jugando con un convenio que decía las cosas claras. Cuando se firma un convenio entre administraciones hay que ser serios y respetarlo.

- También ha defendido siempre la reforma integral de La Romareda. Ahora casi todos se suman a ello, ¿se puede dar por hecho?

- Bienvenidos todos los que ahora se suman al proyecto que se paralizó en el 2006. Es un proyecto prioritario y estoy harto de que todo lo que toca ZeC acabe en un cajón tirado. La cesión que se hizo al Real Zaragoza con el acuerdo de todos menos de IU la paralizaron y no plantearon una alternativa. Queremos una reforma integral del estadio y celebro que se abracen todos a ella, incluso aquellos que la paralizaron en los tribunales. Lo haremos, pero la participación privada y del club también será fundamental.

- ¿Y hay posibilidades de aliviar la presión fiscal de los hogares?

- Sí. En el 2019 intentamos que el IBI bajara aún más, pedimos que se redujera hasta alcanzar el mínimo histórico, y no nos apoyó ni ZeC. Se podía avanzar en acompasar el esfuerzo fiscal a los ingresos de la gente, hacerlo más progresivo y subirlo a las grandes empresas, pero nos quedamos solos. Pero se puede hacer, aunque sea limitado. Seguimos pagando esos 40 años sin reformar la financiación local.

- ¿Cómo atajaría el problema de la deuda del ayuntamiento?

- A ZeC hay que reconocerle que ha reducido la deuda, pero yo nunca lo habría hecho a costa de sacrificar la inversión que se dejaba sin ejecutar. Nos preocupa la deuda pero es más importante la estabilidad de las personas e invertir en la ciudad. Todo depende de para qué te endeudas.

- Ahora da para imaginar proyectos más ambiciosos. ¿Qué tres proyectos de CHA destacaría?

- Se pueden diseñar todos los planes de barrio. En Delicias, por ejemplo, apostaría por conseguir la cesión del antiguo hospital San Jorge y crear allí un equipamiento cultural y de encuentro de referencia. También el compromiso de llevar centros cívicos a Hispanidad o Parque Goya, y equipamientos en los barrios. Y más programas de inversión social, como el de Acompaña para personas mayores que viven solas. Pero también recuperar Pontoneros, supermanzanas. Ya van más de tres... (ríe) Y ahora que hemos sacado los Baños Judíos y la Imprenta Blasco, tenemos los ojos puestos en el palacio de Fuenclara y la Harinera de Casetas.

- Los zaragozanos siguen mirando a la calle. Está sucia, hay que arreglar aceras, calzadas... ¿cómo se le da respuesta a eso?

- Hay que reforzar el servicio de las contratas y darle un impulso a la limpieza. Pero también a la mejora de las calles, que algunas parecen circuitos BMX por los años que llevan sin recibir un euro. Y las zonas verdes... Hace falta un plan de choque urgente.

- ¿Usted lo achaca a las empresas o al ayuntamiento?

- Es verdad que hemos detectado incumplimientos graves por parte de las empresas, pero el ayuntamiento lo que tiene que hacer es obligarles a cumplir. Con una oficina de inspección que sea real y con los medios necesarios. Hay 160 contratas y muy poca gente.

- La limpieza viaria acaba en el 2020. ¿La municipalizaría?

- Depende, porque lo que necesita esa decisión es un debate sosegado y con las ventajas e inconvenientes sobre la mesa. Los que se tendrían que municipalizar son aquellos que tienen que ver con el cuidado, con la atención a las personas. Y habrá servicios que no se puedan municipalizar. Pereo no es lo mismo el 010 que el contrato de parques, con 300 trabajadores y 14 millones al año.

- Le planteo cuestiones que van a darse en la próxima corporación: la inauguración de Torre Village en noviembre. ¿Se ve en ella?

- Ni en sueños. Han pasado muchas cosas y es terrible porque a pesar de las sentencias no hay ninguna obligación de paralizar las obras ni medidas cautelares pero el perjuicio puede ser mayor con esta política de hechos consumados.

- Otra: ¿Volverá la UAPO o no si gobierna CHA?

- Creo que la UAPO existe, solo se ha revestido, le han cambiado el uniforme y el nombre, pero ZeC no la ha suprimido. Debería apostarse un modelo de Policía Local con un consenso amplio y no imponer solo el que a uno le gusta.

- Otra: ¿Más participación ciudadana para decidir inversiones o para qué tipo de decisiones?

- Creo que hay que darle más capacidad de decisión a los ciudadanos, para cuestiones más importantes y que el resultado sea vinculante. Por ejemplo si se hace la segunda línea del tranvía. Se puede someter perfectamente a una consulta vinculante. Ya me hubiera gustado que alguien me hubiera preguntado si quería una Expo como la del 2008, que habría salido igualmente. O la de Expo Paisajes o unos Juegos Olímpicos de Invierno, que creo que también se habría rechazado.

- Otra duda es el modelo de fiestas del Pilar. ¿Prefiere el de los grandes recintos o no?

- Cuando una cosa funciona, lo que no puedes hacer es cambiarla a peor. Tienen que haber dos recintos de referencia a cubierto y eso no es incompatible para extender las fiestas por toda la ciudad. El Párking Norte no generaba tantos conflictos como el año pasado. Las fiestas siempre han contado con consenso y nunca se ha usado como arma arrojadiza. ¿Por qué ahora sí? Por supuesto que lo sacaría a licitación para las próximas fiestas.

- ¿Le preocupa la posible entrada de la extrema derecha en el ayuntamiento?

- Evidentemente sí. Pensábamos que estábamos vacunados contra ella pero no hay que confiarse. Confío en que la gente de Zaragoza es muy juiciosa y que no le dejará tener cabida aquí.

- ¿Formar parte de la DGA le puede pasar factura a CHA?

- Creo que no, incluso que nos va a beneficiar. La labor ha sido magnífica y eso no solo no resta, sino que suma y multiplica.