La directora zaragozana Pilar Palomero veía ayer proyectar en una pantalla de cine el que es su primer largometraje, Las niñas, una historia ubicada y rodada en la capital aragonesa. Y lo hacía nada menos que en el Festival de Berlín, en el que compite en la sección por el Gran Premio del Jurado en la Sección Generation K Plus, destinada al público juvenil. Poco antes del primer pase (tendrá tres más) de la película en la sala Urania, una de las sedes del certamen, Pilar Palomero atendía por teléfono a EL PERIÓDICO DE ARAGÓN y decía sentirse «nerviosa, pero ilusionada» mientras esperaba en el hotel que un coche la recogiese para llevarla a la proyección.

-Estrena su primer largometraje y lo hace nada menos que en la Berlinale ¿Cómo ha vivido esta situación y qué supone para una debutante en el largo como usted iniciar su andadura en semejante escaparate?

-La verdad es que toda ha sido muy rápido. En agosto estábamos rodando y ahora estamos aquí, en Berlín. Es como un sueño hecho realidad, estrenar tu película en un festival de los más importantes del mundo y en una sección tan bonita como esta. Es algo inigualable, un sueño de verdad.

-¿Qué espera de esta presencia en Berlín, más allá de que haya premios o no?

-Creo que lo más importante ahora, pues es la primera vez que se proyecta la película, es ver cómo son las reacciones del público. Es la primera vez que la cinta se ve más allá de los pases que hemos tenido con el equipo y lo que deseo es que la gente tenga ganas de verla.

-Además de Berlín, 'Las niñas' ha sido seleccionada para competir por la Biznaga de oro en el Festival de Cine Español de Málaga. Eso apunta a que las cosas se han han hecho bien.

-Ojalá sea así. Tanto el equipo como yo misma estamos muy contentos del resultado de la película y lo que tenemos es ganas de mostrarla.

-La película se plantea como un viaje a la educación femenina de los años 90. ¿Pero, por qué a los 90? Uno mira a la educación de la etapa de la sección femenina en tiempos de la dictadura, quizá a otros momentos de la historia... pero después de unos años 80 en los que pareció haber una explosión de libertad, lo de los 90 suena un poco extraño, pues daba la sensación de que se había avanzado mucho.

-Sí, el punto de partida son los años 90, exactamente el año 92, momento de las olimpiadas de Barcelona y la Expo de Sevilla. Yo tenía 12 años y fue también el momento del comienzo de mi adolescencia. Entonces era un tiempo en el que se creía que habíamos superado muchas cosas, pero con el tiempo y la distancia me doy cuenta de que mi educación y la sociedad estaban muy atrasadas. No solo en la educación en el colegio, es importante matizarlo, sino muchas otras cosas. Quiero dejar claro que la película no va en contra de una educación determinada sino que plantea una reflexión de la sociedad y no solo de la educación en el colegio.

-La historia se ubica en la capital aragonesa, pero además, los escenarios en los que se ha rodado la película son zaragozanos, cuando podría haberse situado en una ciudad imaginaria o rodar en otros sitios. ¿Por qué Zaragoza?

-Sí, he rodado en Zaragoza, en mi barrio, pues no imaginaba otro sitio pues la historia y los personajes están muy enraizados en Zaragoza. Son los momentos en los que me abro a la adolescencia y es lo que yo viví, la música en la discoteca Green, las camas elásticas del Parque Pignatelli, el colegio en el que estudié... Son los lugares por los que transité durante mi adolescencia y los que enmarcan la historia.

-En su cortometraje 'Horta', ya abordaba, aunque de otra forma, el paso del tiempo. ¿Es un tema que le interesa especialmente, y, en todo caso, por qué?

-Cada uno tiene una serie de temas recurrentes, y el del paso del tiempo, para mí, es un tema que me obsesiona, es uno de los que suelo hablar recurrentemente en mis trabajos, sobre todo porque me interesa analizar las consecuencias de ese paso del tiempo.

-¿Y qué consecuencias ha tenido aquella educación de los años 90 en el momento actual?

-La verdad es que no tengo respuesta. Vengo repitiendo que el público lo que tiene que ir a ver en la pantalla es la historia de Celia, el personaje protagonista, y que vean en la película ese paso de niños a adolescentes. Más que teorizar sobre la educación y sus consecuencias lo que quiero es que cada uno vea en la película su adolescencia, cómo vivió ese momento. Cada uno es cada uno y tiene sus propias experiencias personales, por lo que yo no planteo una reflexión genérica, sino que cada uno reflexione sobre cómo lo vivió y las consecuencias que aquellos años han tenido en la formación de su personalidad actual.

-Además de los escenarios, usted rodó con un montón de niñas zaragozanas elegidas en un cásting, de las que la mayoría no habían tenido ningún contacto anterior con el mundo del cine. ¿Cómo fue la experiencia?

-Pues fue una experiencia realmente bonita. Hubo un cásting al que se presentaron mil niñas y fue emocionante. Han sido muy generosas y han afrontado el trabajo con mucha ilusión. Se eligieron a las 20 chicas de la clase y las seis protagonistas y entre ellas se ha establecido un vínculo muy bonito y se han hecho todas muy amigas. Les dijimos que jugaran y que se lo pasaran bien y eso se trasmite en la película.

-Está Berlín, Málaga, ¿pero cuando se estrenará en los cines?

-El estreno en las salas está previsto para el 4 de septiembre. Hasta entonces intentaremos darle la mayor vida posible en todos los festivales que podamos.