Gaizka Urresti, director vasco afincado en Zaragoza desde hace años, opta al Goya al mejor cortometraje de ficción con Abstenerse agencias, que protagonizan Asunción Balaguer, Carmen Barrantes y Andrés Gertrúdix.

--¿Conseguirá Abstenerse agencias hacerse con la estatuilla?

--No lo sabré hasta que se abra el sobre. Hemos pasados por muchos filtros para llegar donde estamos. De todas formas, al final son los académicos los que tienen la última palabra.

--En 2011 también estuvo nominado con Un Dios que ya no ampara.

.--Sí, hablaba de la discapacidad y yo creo que al ser un tema de sufrimiento pues la gente no quiere verla. No digo que no gustara, si no que simplemente generaba un cierto rechazo. En aquella ocasión pensaba que estaba compitiendo con otros dos trabajos que eran claramente favoritos y finalmente ganó uno con el que no contaba.

--Compite con De noche y pronto, El paraguas de colores, Lucas, Pipas. ¿Qué relación mantiene con los directores de estos trabajos?

--A Álex Montoya lo conozco desde hace muchos años. Es un cineasta distinto. Con Arantxa Echevarría he coincido en bastantes festivales y a Manuela Moreno la conocí en Tarazona. A Eduardo Cardoso lo conozco por referencias pero no nos hemos visto en persona.

--¿Cómo surgió la idea de este cortometraje?

--Leí una noticia sobre una anciana que ponía un anuncio falso para vender su piso buscando compañía. A partir de ahí, todo lo demás es fabulación. El detonante fue una historia real que me aportó un material muy bonito para hacer una ficción.

--¿Qué experiencia ha obtenido de haber trabajado con Asunción Balaguer?

--En el monólogo que ella habla de la relación el marido me dijo que si no me importaba que quitase texto, que quería hacerlo más con la mirada, con la interpretación. Vino a Zaragoza de propio un fin de semana después de haber estado rodando una TV movie en Sevilla y lo hizo totalmente gratis.

--Este verano rodará el largometraje Bendita Calamidad. Se lanza al gran formato en ficción.

--He producido y dirigido largometrajes pero nunca, hasta ahora, de ficción. Este es un proyecto en el que llevo trabajando ya tres años y pienso que es una primera película que no debe de ser difícil de levantar económicamente, entre comillas. Además está basada en el libro de Miguel Mena, que a quien lo ha leído le encanta. El problema es que ha coincidido que nos encontramos en la peor época de la historia del cine español, de la industria, así que me estoy centrando en los recursos que puedo obtener en Aragón porque es un trabajo 100% aragonés, tanto por el equipo, como por los actores. Es un presupuesto pequeño pero aun así me está costando.