Hasta hace poco tiempo, la jota era un género musical encasillado en la tradición. En los últimos años, los ritmos tradicionales han sufrido una evolución sin precedentes. Los joteros Nacho del Río y Beatriz Bernad llevan desde mañana y hasta el domingo al Teatro Principal Mi corazón dice, dice, una nueva experiencia escénica con la que hacer llegar a los más jóvenes la jota como un género actualizado. «Hace unos meses me propusieron darle un punto de evolución a lo que se había hecho antes en este sentido. Me pareció interesante y arriesgada la idea de sumar a la jota el resto de disciplinas artísticas en las que yo me movía. Entonces empecé a juntar un equipo con el que tengo confianza y del que sabía que su aportación iba a sumar y enriquecer», ha explicado este martes Marian Pueo, directora teatral de la obra.

Además de la directora de escena, al acto de presentación de este espectáculo han asistido los cantadores Nacho del Río y Beatriz Bernad, así como la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, Sara Fernández; y el gerente del Patronato Municipal de las Artes Escénicas y de la Imagen, José María Turmo.

«Volver al Principal es muy emotivo porque en el 2009 estrenamos La jota de ayer y hoy. Han pasado diez años desde entonces y aunque hemos trabajado en la jota encontramos un complejo a la hora de acercarse a ella. De ahí viene este espectáculo. Queríamos reivindicar la jota como un género más, que se trate sin complejos y contagiar a nuestros jóvenes de algo que es maravilloso», reconoció Nacho del Río.

Así, la jota se suma a músicas como el pop, el jazz, el punk o el rock y se adapta transformándola desde la base. Por eso, aunque predomina la jota, esta se mezcla, se integra y se combina con otros géneros que dan lugar a una atmósfera musical innovadora y atractiva para todos los públicos. Todo ello unido por el nexo del corazón: «Queríamos que se viera el corazón de ellos, y que mejor manera de mostrarlo que a través de la danza», ha aclarado Pueo.

INNOVACIÓN y ESFUERZO/ La jota de ayer y hoy marcó un antes y un después a la hora de concebir el género. El público zaragozano disfrutó de la mezcla de melodías olvidadas del siglo XIX y el acompañamiento musical de bandurrias y guitarras junto con instrumentos como el violín, la viola, el fagot y la percusión, en una apuesta novedosa bajo la dirección musical de Alberto Gambino. Diez años después, Nacho del Río y Beatriz Bernad vuelven al Teatro Principal para ofrecer un nuevo espectáculo, con una puesta en escena distinta e ingredientes que irán sorprendiendo al espectador. «En el repertorio bebemos de la tradición de la jota de finales del siglo XIX y principios del XX. Hemos adaptado las letras en lo que ha podido quedar desfasado. Es un espectáculo en el que volvemos a las tonadas clásicas con una amalgama de actualidad», ha explciado Nacho del Río. El jotero incidió en la necesidad de «volver de la tradición, de los maestros y revitalizarlo».

Por su parte, Beatriz Bernad reconoció que tanto ella como Nacho del Río iban a salir al escenario «con ganas de innovar y sumar nuevas propuestas a la tradición de la jota». Al mismo tiempo, ha calificado como «un gran esfuerzo» el planteamiento que estaban realizando hasta el momento del estreno, especialmente en lo que a escenografía se refiere y destacado el trabajo que habían realizado para «transmitir desde el escenario ese esfuerzo a la gente».

En cuanto a la música, Del Río y Bernad estarán acompañados, por un cuarteto compuesto por violín, violonchelo, piano/guitarra y una guitarra flamenca. A ellos se unirán los ritmos de un pinchadiscos y la interpretación de la bailarina Ingrid Magrinyá, que en palabras de Bernad ha hecho «su propia jota». A la vez, la cantadora de jota ha desvelado que «habrá un pequeño guiño a otras tierras» a partir de la jota.

El espectáculo se representará en el Teatro Principal en cuatro funciones, desde el jueves hasta el 27 de octubre. Las tres primeras funciones serán a las 20.30 horas, mientras que la del domingo será a las 19.00 horas.