Que Nueva York es la ciudad de las oportunidades es algo que el cine nos ha contado mil veces. La fea realidad es que no siempre se cumplen los sueños. Eso es algo que nos recuerda La vida inesperada, agridulce cuento de hadas que nos viene a decir que nuestra hada no era lo soñábamos, pero que es nuestra. Recibida ayer con merecido entusiasmo en el Festival de Málaga, la última película del alicantino Jorge Torregrossa (Fin) es el retrato costumbrista de unos españoles que se buscan la vida en Nueva York. Al mismo tiempo, es un romántico cuento de hadas con una inconfundible marca cañí, la que imprime la guionista de la película: Elvira Lindo. Las conversaciones vía Skype que el protagonista (sobresaliente Javier Cámara) mantiene con su madre tienen el sello inconfundible de la autora de Manolito gafotas, que ayer aprovechó su presencia en Málaga para reivindicar más atención mediática para los guionistas.

Elvira Lindo conoce bien Nueva York. También Jorge Torregrossa. Ambos han vivido allí y saben que los sueños (especialmente, los de los artistas) no siempre se cumplen. También saben que detrás de una fascinante fachada se esconde una ciudad llena de ratas, basura y personas sin hogar. No es que La vida inesperada --que se estrena el 25 de abril-- sea un retrato del Nueva York más feo y oscuro. Ni mucho menos. Pero tampoco pretende ser una postal. "Torregrossa ha sabido sacar mejor la imagen de Nueva York que cuando Woody Allen viene a rodar a Europa", sentenció Lindo.

PONIENDO COPAS EN UN BAR La vida inesperada es el dulce y amargo retrato de Juan, un actor riojano que curra como un bestia para pagar los 2.000 dólares que cuesta su apartamento neoyorquino. Un día, recibe la visita de su primo (Raúl Arévalo), que de puertas para fuera tiene una vida estupenda, trabaja en un banco y está a punto de casarse con su novia. Nada es lo que parece y los dos tienen muchas miserias guardadas.

Claro homenaje a películas como Manhattan (Woody Allen, 1979), Descalzos por el parque (Gene Saks, 1967) o La extraña pareja (Gene Saks, 1968), La vida inesperada es una comedia sentimental sin complejos y pensada para que el público se emocione. Está rodada en inglés y en castellano, aunque se estrenará también doblada. El idioma extranjero ha sido, precisamente, uno de los miedos de Javier Cámara.

Recientemente galardonado con su primer Goya por Vivir es fácil con los ojos cerrados, de David Trueba, el actor destacó que cuando en el 2003 desembarcó en Nueva York de la mano del estreno internacional de Hable con ella (Pedro Almódovar), la ciudad le provocó excitación y temor a partes iguales. "Fue entonces cuando conocí a Elvira Lindo, que me dio su teléfono y me dijo que la llamara porque con toda probabilidad la ciudad me pondría triste. Y así fue", contó Cámara adueñándose de la conferencia de prensa gracias a su impagable vis cómica. La cosa se animó tanto que un periodista (o aficionado) le soltó: "Yes, you can". Esto es Málaga.