El Museo de Zaragoza está de enhorabuena y es que acaba de reabrir dos de las salas -están ubicadas en la primera planta- que hubo que cerrar con motivo de las obras del párquing de la calle Moret. Los nuevos espacios están dedicados al arte renacentista, un periodo de «gran esplendor» en Aragón, tal y como manifestaron Isidro Aguilera, director del centro de arte; y Nacho Escuín, director general de Cultura del Gobierno de Aragón, quien destacó que «la riqueza de los fondos del museo esta exposición, así como las nuevas técnicas museísticas, lo ubican como un lugar de cita para todos» cumpliendo el objetivo de lograr «museos más abiertos, accesibles y gratuitos». La adecuación de los nuevos espacios ha contado con un presupuesto de 9.000 euros.

Las nuevas salas, que llaman la atención por el color de las paredes, ya que se ha cambiado el tradicional tono neutro por el azul, albergan cuarenta obras, de las que 14 son «inéditas», ya que se «han visto alguna vez pero nunca en la exposición permanente»; y entre ellas hay escultura, pintura e incluso cerámica de Muel. Esto demuestra que «la estética del Renacimiento no reside solo en los grandes edificios, sino también en expresiones más modestas», explicó Aguilera. El primero de los espacios está dedicado al primer Renacimiento, con la escultura y otras técnicas artísticas como protagonistas; mientras que en el segundo destaca la pintura con obras de las postrimerías de la época, ya colindante con el Barroco.

CALIDAD Y CRONOLOGÍA

La selección de las obras se ha realizado con criterios «cronológicos» pero también de «calidad y representatividad» de la época histórica, así como de la «variedad».

Así, en la sala dedicada a los primeros años del Renacimiento (1515-1550), destacan la escultura de San Onofre, de Damián Forment, que abre el espacio, encargada para la capilla mayor del convento de Santo Domingo; el conjunto de esculturas de alabastro con tallas del propio Forment y de Gil Morlanes. El primero también firma El padre eterno, La adoración de los Reyes y la inédita Santa Ana, la virgen y el niño; y el segundo, las columnas de la iglesia del Portillo y la figura de San Esteban.

En cuanto a pintura, sobresale la belleza del Retablo de San José, así como varias tablas que representan la pasión de Cristo, pertenecientes al retablo mayor de Sijena.

En la segunda sala se muestran obras de 1550 y 1600, con la pintura como gran protagonista. Aguilera hizo hincapié en la importancia y la belleza del retrato de Alfonso V, de Juan de Juanes, que presenta un rostro sereno que mira al espectador, al igual que en el Retablo de la Virgen con Niño o Retablo de la cárcel de manifestados, de Jerónimo Vicentte Vallejo Cósida, cuya iconografía está relacionada con la historia de Aragón, de Zaragoza, y en el carácter penitenciario de la obra; o el doble retrato de matrimonio de Lavinia Fontana, una obra original, autorretrato de la autora y de su esposo sobre ambas caras del soporte ideado para la sala.

También hay piezas de autores de primera fila como Rolán de Mois, Scipione Pulzone. Y como obra estrella, la silla abacial del coro del Monasterio de Rueda y un respaldo de una silla del coro del Monasterio de Veruela, ambas esculpidas en madera y nunca expuestas en el museo.

Algunos de los muebles que ahora sirven para mostrar las obras han sido creados para la ocasión; porque, explicó Aguilera, el Museo tiene el tamaño de «uno del siglo XIX pero estamos en el XXI, así que se queda pequeño» y el nuevo mobiliario sirve para «mostrar mucha obra sin agobiar».

En cuanto al color elegido, aseguró que han querido «ser transgresores» pero servirá para identificar cada época. Y además, el azul va muy bien con el verde, color de los trajes que caracterizan el arte del Renacimiento. El resultado es acertado.

El director del Museo de Zaragoza aseguró que se quiere «mimar» cada periodo, de ahí que la reapertura sea «paso a paso». La siguiente sala en abrirse al público (el próximo mes de mayo, en fecha todavía por determinar) será la dedicada al arte gótico (pintada de verde); para continuar con la reestructuración de la galería.