El primer fin de semana de la Feria del Libro de Zaragoza se ha cerrado con una destacada presencia de autores aragoneses.

Los aficionados a la poesía pudieron disfrutar, por ejemplo, de los nuevos versos de José Verón, el más reciente Premio Aragón de las Letras, maestro en tantas disciplinas pero discípulo siempre de Marcial.

Por su parte, Magdalena Lasala presentó su nuevo poemario, Aquel sabor de lo invisible, con un también poético prólogo de Manuel Francisco Reina maridando a la autora aragonesa como la poesía clásica andalusí de Ibn Gabirol o Ibn Arabi. Otra notable creadora, Margarita Barbáchano aportó una plástica performance sobre un texto suyo, Mujeres en la edad invisible, dramatizado por Blanca Bellostas y Maite Sequeiro. Angel Cristóbal Montes, muy activo últimamente, participó con un agudo análisis de la realidad política en La democracia no ha sobrevivido.

Con profundas raíces aragonesas --es hermana del ex concejal y abogado Clemente Sánchez--Garnica--, Paloma Sánchez--Garnica presentó, de la mano de ese excelente novelista que está demostrando ser José Manuel González, La sonata del silencio (Planeta), una novela ambiciosa, extensa y rica en matices, sentimientos y personajes.

La autora ha elegido como voz una coralidad de caracteres y como período histórico los años consiguientes a la guerra civil en España.

Un Madrid en blanco y negro, con miedos y sombras, con la prioritaria esperanza de sobrevivir en el angustioso frontispicio de aquella generación perdida, pero también con la pasión, la vida en las manos de tantos españoles y españoles que buscaban una luz.

Todos los personajes de La sonata del silencio, muchos de ellos de estirpe galdosiana, tienen vitalidad y enjundia, pero es en el elenco femenino donde Paloma Sánchez--Garnica brilla particularmente. Mujeres fuertes o débiles, astutas o inocentes, apasionadas o tímidas, pero en cualquier caso atenazadas por un régimen que comienza a legislar como si no existieran, como si no pudiesen llegar a ser jueces y médicos, catedráticas o ministras. El machismo se instaló en las esferas del poder y organizaciones como la Sección Femenina dogmatizaron la vocación de las españolas como esposas y madres.

La Feria sigue hoy con Víctor Amela y Guillermo Fatás.