TITULO: 23 edición Feria Internacional de Arte Contemporáneo

LUGAR: Pabellones 7 y 9 del Recinto Ferial Juan Carlos I, Madrid

FECHAS: Hasta el 16 de febrero

El título de esta crónica no es un juego de palabras sobre la tan ansiada relación entre feria y mercado del arte, ni tampoco un slogan propio de este día de San Valentín, sino el subtítulo que acompaña al término Agua, lema de la Bienal de Valencia de 2005. En el reducido apartado institucional de la feria, la Generalitat Valenciana ocupa un amplísimo espacio, sin reparar en gastos, ni tampoco en agua por cierto, diseñado por Bigas Luna para promocionar el tema de la próxima bienal: el agua y su relación con la ciudad.

Sólo cabe esperar que el argumento manifiestamente coyuntural, tan oportunista como inoportuno, dé al evento el prestigio aún no conseguido en anteriores ediciones. Mientras tanto, el titular a gran tamaño Agua (sin ti no soy) pasa absolutamente inadvertido en el recorrido por ARCO, excepto para quienes somos más susceptibles con el tema.

Pasando del anuncio institucional, conviene centrar la atención en aspectos más propios de la feria; es decir, en los stands de las 278 galerías presentes en esta edición. Aun cuando el recorrido es agotador, es exagerado el empeño de la dirección ferial por diseñar zonas de descanso que aporten cierto toque de modernez al evento, a costa incluso de dejar fuera a importantes galerías.

UNA FERIA DE GALERIAS

Cuestiones que siendo polémicas, no ocultan la decisiva aportación de ARCO a la relación actual de arte y mercado, mucho menos frágil y por tanto más fluida. Durante una semana al año ARCO, suscita el interés de los medios de comunicación y atrae a multitud de visitantes; la atención y el interés hacia el arte contemporáneo nunca vienen mal, pero hemos de insistir en algo que es obvio, ARCO es una feria de galerías, y éstas son sus principales protagonistas junto con artistas y coleccionistas.

Es comprensible por tanto la opinión de un amplio sector de galeristas, contrarios a toda escenografía banal que distraiga del único y verdadero objetivo de la feria: crear coleccionismo de arte contemporáneo, público y privado.

En el ecuador de la feria, se percibe entre los galeristas un contenido entusiasmo, que sin duda tiene mucho que ver con la oferta que presentan. El recorrido puede iniciarse por el pabellón 7, en el que se dan cita las galerías atentas al arte de las vanguardias históricas que, por cierto, son más numerosas en cada edición.

Este año las sorpresas y el deleite son muchos. A los artistas de vanguardia acompañan, sin la contundencia de otros años, sus relevos generacionales, sobre todo españoles. Al fondo del pabellón, el programa dedicado a Grecia, país invitado este año. La selección de artistas de las 15 galerías seleccionadas presentan un panorama ciertamente variopinto de la creación contemporánea griega, en vías de expansión.

FUTURIBLES

A la entrada, comienza el programa denominado Futuribles que continúa, recorriendo parte de su perímetro, en el pabellón 9. Futuribles atiende a la creación de los artistas más jóvenes procedentes de distintos países de América, Asia y Africa, previa selección de un comité de expertos. Cierra el perímetro la sección Proyect Rooms , interesada en el arte menos comercial, presentado por galerías de diferentes países. Y ocupando el espacio principal del pabellón, el auténtico escenario de la creación actual, con obras de los artistas más destacados.

Con absoluta naturalidad, la pintura comparte escenario con la escultura, la fotografía y el vídeo, en obras quizás excesivamente redundantes en determinados temas y lenguajes, como corresponde a nuestra experiencia globalizadora.

Es en el pabellón 9 donde encontramos los stands de las galerías aragonesas seleccionadas por el Comité de ARCO en esta edición: Spectrum Sotos, Miguel Marcos y Antonia Puyó. Fuera quedó Fernando Latorre. Como es habitual, la presencia de artistas aragoneses no se circunscribe a las galerías de Aragón.

LA OFERTA ARAGONESA

En la galería Spectrum Sotos comparten feria E. Carbó, A. Vela, Almalé/Bondía y M. de Ayguavives, cuyas fotografías cuelgan también en la galería Van der Voort de Ibiza; en Antonia Puyó, S. Arranz e I. Guelbenzu; y en Miguel Marcos, Broto (con obra actual en Soledad Lorenzo, Carlos Taché o Michel Woolworth) y Mira, que también repite en algún otro stand con obra menor.

A todos ellos se suman Codesal en Estrany de la Mota; Noguero en Luis Adelantado; Lara Almárcegui en Marta Cervera; Sinaga en Max Estrella y Trayecto; Larroy en C nem; Rafael Navarro en Vacelos; Coromina en Fernando Serrano o Eva Armisén en Arte Periférica. Saura en 1900-2000, D´Art, Marwan Hoss, Putman, Carles Taché, o Marwan Hoss, que también presenta una escultura de Pablo Gargallo.