Un festival no puede llamarse tal sin un premio». Dicho y hecho. El Festival Internacional Buñuel Calanda, que este año se dedicará al cine y a la vanguardia, estrenará su palmarés de honor reconociendo el legado de Luis Buñuel en Guillermo Arriaga. Así lo anunció ayer el nuevo director del festival, José Ángel Guimerá, que presentó la cita de este año (que se celebrará del 29 de julio al 4 de agosto en el Centro Buñuel de Calanda) acompañado de la consejera de Cultura del Gobierno de Aragón, Mayte Pérez; y del alcalde de Calanda, José Ramón Ibáñez.

El festival de este año, que estrena concepto tras la marcha de Javier Espada y la llegada como director de José Ángel Guimerá, está dividido en cuatro grandes secciones. Buñuel en el tiempo «nace -según el propio responsable- con la intención de conocer a fondo cada una de las películas de Buñuel». Así, este año, la elegida es Un chien andalou (Un perro andaluz), que se proyectará, y en torno a la cual habrá diferentes ponencias y mesas redondas que la analizarán.

CUATRO SECCIONES

Buñuel y otras miradas, por su parte, tratará de «poner el foco en otros autores con conexiones y similitudes con el calandino», señaló Guimerá, que desveló durante el acto la creación del nuevo galardón Buñuel Goya que recaerá en su estreno en Guillermo Arriaga, guionista de películas como Amores perros. Así, dentro de esta sección se podrán ver los largometrajes Lejos de la tierra quemada, Los tres entierros de Melquiades Estrada y 21 gramos así como el cortometraje Desde abajo.

Por su parte, la sección oficial del festival de este año se ha bautizado Avant-Garde, es decir, vanguardia. Bajo esa temática, el festival ha recibido 40 trabajos de los que se han seleccionado seis largometrajes (Las elegidas, de David Pablos; Gringo, de José Luis Solís; Análisis de sangre azul, de Blanca Torres y Gabriel Velázquez; Umbral, de Claudio Perrín; In the dark, de Chris Furby; y Pieles, de Eduardo Casanova) y 15 cortometrajes «sin hacer distinción entre las categorías de ficción y documental». Otra de las novedades que presenta este festival es que la sección oficial contará con premios en metálico para los dos primeros en largometrajes (1.200 y 800 euros) y para los dos mejores cortos (600 y 400 euros).

La cuarta sección de la cita es «un escaparate para las creaciones audiovisuales emergentes». Así, este año, se podrán ver Análisis de sangre azul (también en la sección oficial); Villaviciosa de al lado, de Nacho García Velilla; Angustias y Remedios, de Fernando Usón y María Moliner. Tendiendo palabras, de Vicky Calavia. Estas cuatro producciones optarán al premio del público.

El poso investigador de este festival Buñuel Calanda recaerá en el coloquio Cine y vanguardias que centrará su atención en esta temática bajo tres puntos de vista: histórico, artístico y el cine y la vanguardia hoy.

Además, la actividad de este festival se completará con la exposición Abismos de pasión... por el cine, del pintor zaragozano César Sánchez Vázquez. La muestra será una retrospectiva en la que predominará el tema cinematográfico con tintes surrealistas e incluirá también 13 carteles de cines antiguos de los años 40, 50 y 60.

POLÉMICA CON EL HIJO

Con respecto al desencuentro sufrido con el hijo de Luis Buñuel, Juan Luis, el año pasado, tras la marcha de Javier Espada, el alcalde de Calanda y presidente del patronato del CBC, José Ramón Ibáñez, aseguró ayer que prefiere hablar «más del futuro que del pasado» y fue más allá: «Juan Luis estuvo muy mal informado y creo que si hubiera tenido información directa estaría encantado con lo que estamos haciendo en el centro. Cuando hablé con él a mí no me mostró ningún descontento», insistió el alcalde aunque reconoció que, «a día de hoy, no hay ningún tipo de relación, ni positiva ni negativa». Algo que achacó al «deteriorado estado de salud» de Juan Luis Buñuel quien «tiene problemas de movilidad». De hecho, desveló Ibáñez, «nos ofrecimos a ir a visitarle a París e invitarle a comer con la consejera e incluso el presidente Lambán para explicarle la situación pero rehusó la invitación porque no sale de casa».

Con respecto al centro, Ibáñez aseguró que «ha sido un alivio la entrada del Gobierno de Aragón y de la Diputación Provincial de Teruel en el patronato ya no por lo que aportarán en dinero sino por su capacidad».