Un nuevo Monasterio de Veruela abrirá sus puertas en el 2005. Los más de 80.000 visitantes que pasan cada año por este recinto monacal podrán redescubrir una de las construcciones con mayor encanto de Aragón. La Diputación Provincial de Zaragoza, propietaria del inmueble, tiene previsto hacer visibles varios espacios restaurados en estos dos últimos años. Así, y como explican desde la entidad, "si hasta ahora se podía visitar el 30% del monasterio, el próximo año se podrá contemplar el 70%".

La entidad provincial trabaja desde 1997 en la restauración de este monasterio, primera fundación de la Orden Cisterciense en el Reino de Aragón en el año 1145. La iglesia de Santa María de Veruela y los claustros son, seguramente, los espacios más conocidos. Junto a ellos se encuentran otros habitáculos como la cocina, el refectorio, el calefactorio y la sala de los monjes a los que se accede desde los claustros y muy visitados por ser habitualmente escenario de conciertos y conferencias.

A estos espacios se sumaron el año pasado la escalera monumental, también con acceso desde el claustro, y desde donde se accede por una escalinata a la zona de habitaciones. A la izquierda se encuentra la galería de celdas donde se hospedaron los hermanos Becquer y que ahora acoge la muestra permanente con el trabajo de los hermanos. Frente a esta galería se encuentra el dormitorio medieval o Salón de Reyes, un espacio construido en el siglo XIII del que destaca una bóveda de crucería estrellada.

En el 2005, los visitantes podrán conocer nuevas estancias, la mayoría de ellas en el piso superior del edificio monacal. Es el caso de la Capilla de los Jesuitas, ahora escondida tras un portalón en el Salón de Reyes. Este espacio del siglo XIX es, por lo tanto, uno de los más recientes del monasterio, como muestra su decoración con una llamativa pintura en vivos colores. Ahora, esta capilla anexa al dormitorio medieval podrá convertirse en una sala de conferencias o conciertos.

La restauración ha llegado además a dos espacios de gran belleza: la biblioteca y la sala del óculo. El primero de ellos se construyó en el siglo XVI sobre el refectorio y destaca por su techo de artesonado realizado por el carpintero zaragozano Nicolás Morte a imitación del que se encuentra en el Palacio Arzobispal de Zaragoza.

JOYAS ESCONDIDAS

Por su parte, el segundo espacio permitirá apreciar de cerca el óculo que se encuentra en el brazo sur de la iglesia, gracias a la recuperación de este rosetón del siglo XIII ocultado hasta ahora tras un muro. El óculo preside ahora una sala que podría albergar conferencias.

La iglesia también se verá el próximo año de una forma diferente. La gran portalada barroca que se encuentra junto al altar se abrirá para mostrar la sacristía, una dependencia construida en 1660 y con una recargada decoración vegetal pintada sobre las paredes y la bóveda que ha exigido para su restauración muchas horas por parte del taller de empleo de DPZ. En la cubierta se encuentran dos escudos, uno de la Virgen y otro de Veruela, así como un curioso detalle escondido entre el yeso, la imagen de un demonio con el que los monjes justificaban sus pecados. Esta actuación se completará con la restauración de la portada barroca de la sacristía.

El sobreclaustro renacentista será otra de las zonas que se conocerán del monasterio tras años cerrado. hasta ahora sólo se podía visitar el claustro mientras que el primer piso era un misterio. Este espacio permitirá admirar de cerca los motivos ornamentales y los bustos que hasta ahora sólo se ven desde el claustro. Desde esta primera planta se podrá llegar a un antiguo almacén ya arreglado que acogerá una muestra de la Escuela Taller y su trabajo de recuperación del monasterio.

Junto a estos espacios, se ha trabajado en otros aspectos quizá menos atractivos aunque sí necesarios en la restauración del monasterio como el recinto defensivo o el acceso al antiguo aljibe, junto al que se ha construido el que será el nuevo Museo del Vino de la Denominación de Origen Campo de Borja. Paralelamente, la DPZ está ejecutando también el acondicionamiento de la primera planta de la antigua casa de ejercicios que será convertida en un hotel.