Hasta el 1 de marzo, la Casa de la Iglesia de Zaragoza (plaza de la Seo, 6) acoge la exposición Encontrar para encontrarnos de Cáritas. La muestra es «una invitación al encuentro con hombres y mujeres que tuvieron que salir de sus países», explicó ayer durante la inauguración Carlos Gómez Bahillo, director de Cáritas Diocesana de Zaragoza, «y venir al nuestro para poder hacer su proyecto de vida».

El arzobispo de Zaragoza, Vicente Jiménez Zamora, recordó que esta exposición «es un instrumento más de la campaña internacional Compartiendo el viaje de Cáritas, «que busca sensibilizar para promover una cultura del encuentro». Monseñor Jiménez destacó que «el diálogo y el encuentro no son medios para la Iglesia, sino fines», y recordó a los presentes en la apertura de la muestra que «la acogida es una exigencia ética de la especie humana».

Al estreno acudió también el arzobispo de Tánger, Santiago Agrelo que, al hilo de la citada campaña, pronunció por la tarde una conferencia titulada Ver para acoger. El titular de la sede episcopal de la antigua colonia española afirmó que «la inmigración sería un problema resuelto, o al menos abordado, si tuviéramos suficiente información sobre él, o si la sociedad hubiera visto de cerca a algún migrante».

Monseñor Agrelo hablaba desde la propia experiencia, ya que él mismo cambió radicalmente el concepto que tenía de este fenómeno sociológico cuando ocupó su plaza en Tánger. Fue entonces cuando empezó a tratar en primera persona con quienes han cruzado África, en un viaje lleno de peligros, para tratar de llegar hasta Europa a través de su frontera sur.

Cáritas quiso contar en la apertura de la exposición con una de las protagonistas de la muestra. Se llama Zineb Essadouq, procede de Marruecos y vive en Zaragoza junto a sus dos hijas, de las cuales dijo sentirse «muy orgullosa» porque a ambas «les va muy bien en sus estudios». La mayor ya está en la universidad, una formación que la propia Zineb no pudo completar porque la beca que consiguió en su país no le alcanzaba para finalizar su carrera.

«Yo soy la voz de tantos que han tenido que salir forzosamente de sus países», dijo Essadouq, aunque confesó sentirse como «una inmigrante privilegiada», puesto que ha conseguido un trabajo digno en la cooperativa Tiebel y puede darle a sus hijas lo que ella no tuvo. Pero es consciente de que no todos los migrantes corren su misma suerte.

Esta marroquí que, como muestra con orgullo en el panel de la exposición en el que relata su vida, ya ha conseguido el pasaporte español, afirmó tajante que «la migración es un derecho humano». Y aseguró que la llegada de personas extranjeras a nuestro país «es una oportunidad para España, no una amenaza. Si hay que luchar contra algo es contra las causas que llevan a la gente a emigrar», concluyó.

Al igual que la de Zineb, esta exhibición multimedia da a conocer la historia de varias personas que han llegado a España desde otros países y profundiza en la realidad de la movilidad humana forzada. Los testimonios pueden escucharse a través de códigos QR en el móvil, en la página web www.caritas.es/exposicion y en una proyección audiovisual que acompaña a los paneles.

Además, Cáritas Zaragoza ha dispuesto una sala de proyección con parte del material documental de la obra audiovisual Sueños en el mar, del artista Ricardo Calero, para ofrecer a los visitantes una experiencia más sobrecogedora si cabe que los testimonios reales de los migrantes.

Esta muestra itinerante podrá visitarse en Zaragoza hasta el 1 de marzo en la planta baja de la Casa de la Iglesia, de lunes a viernes, de 10.30 a 13.30 y de 17 a 20 horas, y los sábados, solo en horario de mañana. También hay visitas guiadas para grupos, concertando cita en animacion.comunitaria@caritas-zaragoza.es o en el 976 29 47 30.