El ministro de Interior, José Antonio Alonso, cifró ayer en el 20% el déficit acumulado en los últimos años en las plantillas del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil respecto al catálogo de puestos de trabajo de ambos cuerpos. Alonso hizo estas afirmaciones en rueda de prensa tras reunirse con el jefe del Ejecutivo asturiano, Vicente Alvarez Areces, y con varios miembros del Gobierno regional, con el que se concretaron diversos acuerdos de colaboración entre ambas administraciones

Según el ministro, el "bajón considerable" en el número de efectivos de las Fuerzas de Seguridad del Estado obligará al Gobierno a "invertir dinero y esfuerzo" para recuperar el nivel de cobertura "del cien por ciento" que ambos cuerpos tenían "hace diez o doce años".

En lo relativo a las investigaciones en torno a los explosivos robados en Asturias utilizados para cometer los atentados del 11-M, Alonso mostró su "confianza de principio" en la "plena colaboración" entre los cuerpos policiales y el sistema judicial. Subrayó que el Gobierno tiene entre sus prioridades evitar el "descontrol" en el proceso de fabricación, traslado y uso de explosivos para garantizar su correcta utilización, lo que ha llevado al Ejecutivo a plantear una reforma del Código Penal para incluir penas de cárcel para quienes contravengan las normas de seguridad en esta materia.

Alonso se refirió también a la campaña de atentados de ETA contra intereses turísticos del norte de España, y eludió concretar si su departamento tiene constancia de que la colocación de los explosivos fuera realizada por un comando estable de la organización terrorista.