El máximo dirigente de ETA, Mikel Albisu, Antza , distribuía cada mes unos 100.000 euros (más de 16,6 millones de las antiguas pesetas) entre los diferentes aparatos de la banda para financiar las actividades de la organización terrorista, según fuentes policiales.

El dato ha sido obtenido al analizar parte de la documentación intervenida por la policía francesa el pasado día 3, en la operación en la que fueron capturados tanto Antza como su compañera y también dirigente de ETA Soledad Iparragirre, Anboto .

La policía halló ese día un cuaderno en la casa de Salies-de-Béarn donde vivían ambos jefes terroristas. En él estaban anotados los gastos que habían realizado los diferentes aparatos de ETA durante tres meses, informa la agencia Vasco Press.

Según se desprende de la documentación, Antza era el encargado de repartir el dinero entre los responsables de las otras estructuras y de controlar las finanzas.

Los primeros datos examinados han permitido determinar que el jefe etarra repartía mensualmente unos 100.000 euros. Con estos fondos se financiaban los gastos corrientes de la organización terrorista --los generados por los miembros de los comandos y otros desembolsos como el alquiler de pisos y el transporte--, pero no otras actividades como la compra de armamento o explosivos o la entrega de dinero a organizaciones de su entorno.