George W. Bush recibió ayer en el Despacho Oval de la Casa Blanca a José María Aznar, en una reunión de 40 minutos en la que el exjefe del Ejecutivo y presidente del honor del PP felicitó en persona al mandatario de EEUU por su reelección. El encuentro supone un desplante al presidente José Luis Rodríguez Zapatero, a quien Bush no ha respondido después de que le llamara el pasado día 3 para felicitarle.

En la reunión, de carácter privado, Aznar y Bush no abordaron temas bilaterales, sino aspectos de la situación internacional y las relaciones trasatlánticas, según recalcaron dirigentes del PP. También intercambiaron opiniones sobre las posibilidades que se abren para la ideología conservadora en el mundo tras la victoria de Bush, y sobre los proyectos que desarrolla la Fundación para el Análisis y los Asuntos Sociales (FAES), que preside Aznar.

SIN IMPORTANCIA El Ejecutivo socialista se esforzó por restar trascendencia a la cita. Un portavoz oficial dijo que la celebración del encuentro se había recibido en la Moncloa con "absoluta tranquilidad y normalidad". Eludió aclarar si Aznar había informado a Zapatero del encuentro, por adelantado o a posteriori .

El jefe del Ejecutivo español es el único de los tres líderes europeos más significados en la oposición a la guerra de Irak que no ha sido contactado por Bush tras su reelección. El mandatario estadounidense, que ya había hablado con el canciller alemán, Gerhard Schröder, conversó ayer con el presidente francés, Jacques Chirac, en una ronda de llamadas que incluyó a los líderes de Dinamarca, Egipto, Eslovaquia, Indonesia, Rumanía y Finlandia.

"QUIZA EN EL FUTURO" Un portavoz de la Casa Blanca dijo anoche a este diario que Bush aún no ha devuelto la llamada a Zapatero, el líder que desató las iras de Washington al ordenar en mayo la retirada de las tropas de Irak. Explicó el portavoz que el presidente de EEUU realiza cada día entre seis y ocho llamadas a dirigentes mundiales --con lo que ha respondido hasta ahora a unos 35-- y añadió que "quizá en el futuro" responda a Zapatero.

Fuentes próximas a Aznar aseguraron que la iniciativa del encuentro de ayer partió de Bush, tras enterarse de que el expresidente se encontraba en Washington para impartir un curso en la Universidad de Georgetown. Otras fuentes sostuvieron que el expresidente buscó "con afán" la cita, para hacer un alarde de amistad con el líder más poderoso del mundo y poner en evidencia la dificultad de comunicación que Zapatero atraviesa en estos momentos con la Administración norteamericana.

Aznar, que se ha distinguido como uno de los más firmes aliados de Washington en la guerra de Irak, no tuvo reparos en apoyar la reelección de Bush, incluso cuando aún ocupaba la Moncloa. El 4 de noviembre pasado publicó un artículo en el Wall Street Journal en el que afirmaba que la victoria del republicano abría un "tiempo de esperanza" para la "defensa de la democracia".