Balance de actividades 2000-2004. Ministerio de Fomento". Hasta ahí nada que objetar. Se trata del título de un libro editado por el departamento por orden su anterior titular, Francisco Alvarez-Cascos. La sorpresa llega cuando se comprueba que la actividades referenciadas son únicamente las del ministro. Es un listado de más de 900 actos protagonizados por Cascos e ilustrados con 200 fotografías en las siempre está presente.

Los autores del listado de actuaciones no se olvidaron de ninguna. Inauguraciones, primeras traviesas y piedras, conferencias y visitas de obras, nada falta en la exhaustiva relación. Hasta se reflejan los congresos y las ferias a las que asistió.

Un capítulo entero está dedicado a los "premios concedidos al ministro de Fomento" y entre ellos figuran algunos tan trascendentes como el Chirimoyo de Oro de Almuñécar (Granada) o el Moscón de Oro de Grado (Asturias). El dorado metal parece ser la nota dominante de las distinciones recibidas porque también figuran la Castaña de Oro, la Faba de Oro y la Pota de Oro. Quizás el más merecido de todos fuera el premio al Cazador del Año 2001. No en vano esta actividad le costaría después muchos disgustos por ejercerla mientras se hundía el Prestige .

El libro fue encargado sólo dos meses antes de que dejara el cargo, junto a un "Catálogo de Actuaciones (1996-2004)", según informó ayer la Ser. La tirada fue de 2.000 ejemplares, de los que sólo se distribuyeron 652. El resto permanecen en las dependencias del ministerio y su actual titular, Magdalena Alvarez, no sabe qué destino proporcionarles.

Fuentes de Fomento calificaron el balance de "arbitrario" y "extraño", pues es simple y llanamente una "autoalabanza" del exministro. La producción de los libros no siguió, además, el conducto reglamentario, sino que se buscó una imprenta que garantizase la rapidez del envío (Artes Gráficas Palermo). El coste ascendió a 39.700 euros (6,5 millones de pesetas), factura que se presentó el 2 de abril y a la que ahora debe hacer frente el actual equipo.