En su segundo día de visita oficial a España, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, no compareció ayer a su cita con más de 200 empresarios convocados por el Consejo Superior de Cámaras de Comercio. En su anterior viaje a España, el mandatario llegó con dos horas de retraso a una cena con emprendedores españoles.

Las cámaras habían organizado un encuentro empresarial que había suscitado una gran expectación por las previsiones de crecimiento del país caribeño y por las posibilidades de negocio en sectores como el petróleo, el turismo, la agrotecnología y los componentes de automóvil.

El presidente de las cámaras, José Manuel Fernández Norniella, y el ministro venezolano de Producción y Comercio, Wilmar Castro, excusaron la ausencia de Chávez alegando el elevado número de temas que tenía que tratar en la reunión que estaba manteniendo con Zapatero. En ese momento muchos empresarios se levantaron de sus asientos.

Entre los asistentes se hallaba Ramón Blanco, el consejero delegado de Repsol-YPF, primera productora de gas de Venezuela. Blanco venía a anunciar el acuerdo con la firma estatal Petróleos de Venezuela (Pedevesa) y un gran descubrimiento de gas en el distrito de Barrancas. Los astilleros de Izar están también pendientes de un contrato con Pedevesa para construir barcos portacontenedores y otros alquitraneros.

ALIANZA DE CIVILIZACIONES Los empresarios querían que Chávez aclarase su tesis, expuesta horas antes en la Universidad Complutense de Madrid, sobre el neoliberalismo, que calificó de "trampa", y sobre el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, a los que definió como los mecanismos "de financiación más perversos de la Historia". Chávez también se adhirió a la propuesta de Zapatero sobre la Alianza de Civilizaciones entre el mundo occidental y el árabe.