ETA hizo estallar ayer, día de la Constitución, siete artefactos de escasa potencia, compuestos por unos 200 gramos de amonal cada uno, en otras tantas ciudades españolas, del norte al sur peninsular. Las explosiones se registraron todas sobre las 13.30 horas en Santillana del Mar (Cantabria), León, Valladolid, Avila, Ciudad Real, Alicante y Málaga y, según el Ministerio del Interior, causaron heridas leves a cinco personas, dos de ellas, policías. Los etarras continuaron de ese modo la campaña que iniciaron el viernes con el estallido de cinco bombas similares en gasolineras de autovías de Madrid, al comenzar el puente festivo.

En el Congreso de los Diputados, donde se celebró el 26º aniversario de la Constitución, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero manifestó que la democracia y el Estado de Derecho han sido y serán más fuertes que las tentativas de los terroristas de cambiar las reglas mediante la violencia: "ETA sabe que no tiene otra elección que acabar con la violencia y entregar las armas, y espero que esto llegue cuanto antes".

También el líder del PP, Mariano Rajoy, expresó su convicción de que "esta batalla se acabará ganando" e interpretó los atentados en clave propagandística. El Gobierno vasco condenó la acción y emplazó a Batasuna a reaccionar "si no quieren verse arrastrados por la violencia".

AVISO PREVIO Un comunicante anónimo avisó a las 12.40 al diario Gara de que a las 13.30 iban a estallar bombas en los puntos que indicaba de Santillana del Mar, León, Valladolid y Avila. Quince minutos después, una segunda llamada alertó de que a la misma hora estallarían otras bombas en Ciudad Real, Alicante y Málaga.

Los etarras también habían dejado un maletín con una fiambrera bomba en la plaza de España de Almería para que estallara a la misma hora de ayer, pero fue encontrado por un ciudadano y desactivado por la Guardia Civil. El artefacto contenía unos 200 gramos de amonal y, según los primeros análisis policiales, tenía las mismas características de los que estallaron en las gasolineras y de los que explotaron ayer.

Interior baraja la posibilidad de que se trate de dos comandos itinerantes de ETA. El primero habría colocado los artefactos de Madrid y los que ayer explotaron en el norte de España, y el segundo, las del sur.

CATALUÑA, AL MARGEN Aunque los terroristas cumplieron su anuncio de enero pasado de no atentar en Cataluña tras la entrevista de Josep Lluís Carod-Rovira con dirigentes de la banda, ERC difundió un comunicado de condena en el que urge a ETA a que abandone las armas.

Las Fuerzas de Seguridad se encontraban en máxima alerta desde el viernes y el desalojo de las zonas señaladas fue muy rápido, según destacó el ministro del Interior, José Antonio Alonso. Los responsables antiterroristas conocían desde mayo del 2003 la decisión de ETA de cometer atentados "en las jornadas en las que los opresores de nuestro pueblo --según sus términos-- celebren actos". En Almería, Alicante, Ciudad Real y Málaga, eligieron zonas que llevan el nombre de España para depositar sus bombas.

SITIOS NO SEÑALADOS Pese a la rápida actuación policial, en Santillana y Alicante los artefactos estallaron en lugares distintos a los señalados. La policía alicantina acordonó la plaza de España, pero la bomba estalló en un seto de la Explanada de España, por la que acababa de pasar una procesión. No hubo heridos. Sí los hubo en la turística villa cántabra, donde la policía desalojó el párking del zoo y la bomba estalló 500 metros más abajo, en el aparcamiento público La Robleda. La deflagración destruyó una caseta de madera y las astillas hirieron levemente a una niña y a su abuela. 12 personas más recibieron atención médica.

También sufrieron heridas leves un vecino y dos policías que desalojaban la cafetería de Ciudad Real. En León, Avila y Valladolid, los etarras dejaron los explosivos en tres bares.

Interior investiga la procedencia del amonal que ETA viene utilizando desde la primavera pasada y mantiene la máxima alerta.