La infanta Cristina ha asegurado hoy ante el juez de Palma José Castro, que investiga la presunta malversación de fondos públicos a través del Instituto Nóos, que siempre ha tenido plena confianza en su marido, Iñaki Urdangarin, el principal imputado en la trama, según ha declarado el abogado del Frente Cívico, que ejerce la acusación popular, durante el primer receso de la declaración de la hija del Rey, que se ha producido sobre las 12.45 horas. El interrogatorio empezó pasadas las 10 de la mañana. La infanta y su esposo tienen al 50% la empresa patrimonial Aizoon, que está en el centro de la investigación por su presunto papel de "pantalla" para defraudar al fisco.

La Infanta doña Cristina ha respondido que desconocía que los empleados domésticos que trabajaban en su casa habían sido contratados a través de Aizoon. Según las mismas fuentes, la infanta Cristina se ha desvinculado totalmente de la gestión tanto de Noos que recibió casi seis millones de euros de las Administraciones balear y valenciana, como de Aizoon, la empresa patrimonial de la pareja a la que iban a parar una parte de los beneficios de la primera, pese que era una sociedad sin ánimo de lucro. La declaración se ha reanudado a las 12.56 horas.

SONRIENTE Y NO TENSA

En cualquier caso, la Infanta dijo desconocer el funcionamiento y la gestión de las mismas, de lo que se ocupaba Iñaki Urdagarín. Las mismas fuentes indicaron que a Doña Cristina no se le ve tensa durante la declaración y que se muestra sonriente.

El mismo letrado del Frente Cívico, una entidad promovida por Julio Anguita, exlider de Izquiera Unida, ha sostenido que la infanta está "muy bien preparada" y que el 95% de las preguntas las ha respodido, a su entender, con evasivas. Aunque la tranquilidad ha sido el tono general, en algun momento la encausada se ha visto en dificultades para poder contestar a algunas cuestiones. La hija del Rey, que ha acudido al juzgado en calidad de imputada por los presuntos delitos de fraude a Hacienda y blanqueo de dinero, no ha salido del edificio judicial de Palma donde se celebra la declaración. Más de 350 periodistas están acreditado. Hay férreo control policial en la zona.