El juez Juan del Olmo advirtió ayer de que una nueva célula terrorista, que ejerció funciones "de apoyo" el 11-M, podría sustituir al grupo desarticulado tras la matanza. Ese nuevo comando estaría integrado por terroristas que lograron huir tras la masacre. El juez sostiene que la detención de esas personas será muy difícil, porque operan en la clandestinidad. También avisa de que, según cálculos de la policía, aún no han sido localizados 20 de los 200 kilos de dinamita robados para cometer los atentados de marzo.

El magistrado realiza estas advertencias en una resolución en la que detalla la participación de los siete terroristas que se suicidaron en Leganés (Madrid) el pasado 3 de abril.

HUIDOS Del Olmo, tras elogiar la profesionalidad de la policía y de la Guardia Civil, asegura que el comando operativo del 11-M puede ser sustituido por los integrantes de una célula de apoyo a los autores de la masacre de Madrid. Recuerda que varios terroristas han logrado huir --sobre ellos pesan órdenes de busca y captura-- y que siguen "activas" otras personas que participaron en la matanza de Madrid.

El juez advierte de que la captura de esa nueva célula es muy difícil "por su mayor nivel de clandestinidad". También subraya que el terrorismo islamista se proyecta en actividades tan variadas como la difusión de propaganda, labores de proselitismo y recaudación de fondos. Y que, además, mantiene una relación estrecha con otros delincuentes que brindan vehículos, documentación falsa y drogas con las que financiar sus actividades.

Del Olmo desvela que los atentados del 11-M se prepararon en "escasos meses". Los contactos para lograr el explosivo comenzaron en el último trimestre del 2003. El suicida Jamal Ahmidam se encargó de ese suministro gracias a las gestiones que mantuvo con los confidentes Rafá Zuher y José Emilio Suárez Trashorras. El juez reitera que ninguno de los dos informó a sus contactos en la policía o en la Guardia Civil de los preparativos del 11-M.

LOS MOVILES El juez relata que los terroristas adquirieron los teléfonos móviles que activaron las bombas entre el 25 de febrero y el 8 de marzo. Siete de esos aparatos fueron encendidos en la madrugada del día 11 en la casa de Morata de Tajuña en la que se escondieron cuatro de los siete suicidas junto a Hamid Ahmidam, en paradero desconocido.

Asimismo, Del Olmo explica que la furgoneta hallada la mañana del atentado se ha revelado como una pieza fundamental. En ese vehículo se hallaron las huellas de tres terroristas: Ouhuane Daoud, en paradero desconocido; Abdenabi Kounjaa, que se suicidó en Leganés; y el séptimo terrorista que saltó por los aires y sigue sin ser identificado. En las cartas de despedida que Kounjaa escribió para su mujer y sus hijas hacía referencias a la guerra santa: "Al martirio por el camino de Dios, a los infieles y a Occidente".

ATENTADO DEL AVE El magistrado también desvela que el atentado frustrado contra la línea del AVE Madrid-Sevilla fue preparado antes del 11-M. Según el rastreo de sus teléfonos móviles, los terroristas se reunieron el 7 de marzo en las proximidades de esa línea férrea.

Del Olmo también revela que el supuesto planificador del 11-M, Rabei Osman el Sayed, Mohamed el Egipcio , que fue detenido en Italia, ha identificado a Basel Ghayun y Fuad el Morabit como partícipes en los atentados. Asegura que escondieron en su domicilio a uno de los terroristas suicidas de Leganés.

Además, el Egipcio habló con Morabit el pasado mes de abril. Ghayun y Morabit --encarcelados en España-- también mantenían una estrecha relación con el coordinador de la matanza, Serhane Abdelmajid, El Tunecino, ya que acudían junto a él a reuniones islamistas.