El juez Juan del Olmo excarceló ayer a tres presuntos autores materiales de los atentados de Madrid por estimar que los indicios que pesaban contra ellos son muy débiles. El magistrado tomó la decisión a instancias de la fiscal Olga Sánchez, tres meses después de haber encarcelado a los sospechosos acusándoles de la colocación de las bombas del 11-M.

Mohamed Shaui y Mohamed Bekali fueron detenidos el 13 de marzo, 48 horas después de la masacre, junto a Jamal Zugam. Los tres regentaban un locutorio en Lavapiés que supuestamente facilitó los móviles que activaron las 10 bombas que estallaron en cuatro trenes. En sus declaraciones judiciales, los tres detenidos negaron las imputaciones.

El tercer excarcelado es el químico marroquí Abderrahim Zbakh, arrestado el 17 de marzo, acusado de preparar explosivos. En su declaración judicial negó las acusaciones.

LA TRAMA DE LOS EXPLOSIVOS Fuentes jurídicas han explicado que el cambio de situación se debe a que no han sido reconocidos por ningún testigo como los terroristas que viajaban en los trenes de la muerte.

Esta decisión fue acordada por el magistrado antes de interrogar a otras cuatro personas supuestamente relacionadas con la trama que proporcionó los explosivos empleados para el 11-M. Del Olmo interrogó ayer a Otman el Gnaut (que presuntamente trabajó como albañil en la casa en la que se prepararon los artefactos), Rachid Adli (que supuestamente participó en una reunión para concretar el robo de los explosivos), Rafá Zuher (que pudo servir de contacto para conseguirlos) y el exminero José Emilio Suárez Trashorras (acusado de facilitar la goma-2 a los terroristas).

Estas declaraciones se produjeron después de que un menor acusara a otros arrestados de haber participado en el robo y transporte de los explosivos. El joven reveló que los explosivos fueron trasladados a Madrid en autobuses de línea, según publicó ayer El Mundo .