La capital de España ha rendido hoy un sentido homenaje a Miguel Ángel Blanco, el concejal del PP de Ermua asesinado por ETA en 1997, con motivo del decimoséptimo aniversario de su secuestro y posterior asesinato, en un acto que ha tenido lugar en los jardines que desde hoy llevan su nombre en Madrid.

En el acto, en el que se ha guardado un minuto de silencio y descubierto un busto que recuerda al concejal del PP asesinado, han participado la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, la hermana del concejal, Mari Mar Blanco, y otros compañeros de partido, como Jaime Mayor Oreja.

Tras el minuto de silencio, la alcaldesa de Madrid, visiblemente afectada al recordar a Miguel Ángel Blanco y casi sin poder hablar, ha dicho que, tras su asesinato, los españoles vieron "lo mejor de la sociedad española".

Para Botella, el asesinato "a cámara lenta" de Miguel Ángel fue una prueba de "entereza y dignidad" en la que Madrid se situó en primera línea. "Hoy rememoramos la historia reciente, pero no hacemos pasado sin presente porque hoy no colocamos una lápida, sino que iluminamos un ejemplo", ha apuntado.

Por su parte, Mari Mar Blanco ha advertido de que las víctimas se mantendrán "alerta" ante las "perversiones que ETA y su mundo quieren vendernos como paz", ha añadido la hermana del concejal.

En este sentido, ha dicho que su objetivo es hacer que "prevalezca la verdad" y que "no se ofenda a las víctimas y a esta democracia que les deja participar a pesar de no haber perdido perdón".

El acto, al que también se han sumado los portavoces del PP, PSOE y UPyD del Ayuntamiento, y el exalcalde madrileño José María Álvarez del Manzano, ha concluido con la interpretación, a cargo de la banda municipal, del himno nacional.