Más de medio centenar de antiguos exiliados de ETA, sin causas pendientes, han comparecido este sábado en Alsasua (Navarra) para anunciar su regreso a Euskadi. La izquierda aberzale considera que este gesto es una contribución para consolidar el "proceso" abierto tras el final de la violencia, pero PNV, PSE y PP han coincidido en señalar que se trata de una "escenificación", ya que todos los participantes en el acto podían haber vuelto a sus casas hace años si la banda terrorista les hubiera autorizado.

Antes del inicio del acto, Consuelo Ordoñez, presidenta de Covite, ha entregado una carta a los organizadores del acto, en la que se exige a los huidos que condenen el terrorismo y colaboren con la justicia para aclarar los 400 asesinatos de ETA que aún no se han resuelto. De igual forma, Dignidad y Justicia había presentado el viernes una denuncia ante la Audiencia Nacional en la que solicita la prohibición de la comparecencia por considerar que era constitutiva de un delito de enaltecimiento del terrorismo.

Los antiguos exiliados, que han regularizado su situación en los consulados de los países donde se encontraban, han realizado un llamamiento a la sociedad vasca para que "se termine el exilio para siempre"

Los partidos rechazan el acto

PNV, PSE y PP han coincidido en destacar que se trata de una mera escenificación, ya que los huidos podían haber regresado a sus domicilios hace años al no tener causas pendientes. El socialista José Antonio Pastor ha expresado, en Radio Euskadi, que si no volvieron antes a Euskadi es porque la dirección de ETA "no les dejó", mientras el dirigente popular Borja Sémper ha tachado el acto de "propaganda mediática", que tiene lugar como consecuencia del proceso de "recolocación" del entorno etarra tras el adiós a las armas. Por su parte, el portavoz parlamentario del PNV Joseba Egibar ha pedido que respondan a la pregunta de "para qué tanto sufrimiento" durante décadas.

El único apoyo a la declaración de los huidos ha llegado desde EH Bildu. El parlamentario Juanjo Agirrezabala lo ha considerado un "paso más" y ha destacado la "implicación y el compromiso" de los comparecientes para asentar la paz a través de decisiones "unilaterales".