El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, se comprometió ayer ante su homólogo estadounidense, Colin Powell, a estudiar "otros escenarios", como Afganistán y los Balcanes, donde España pueda contribuir con contingentes militares, o con ayuda económica o tecnológica, tras la próxima retirada de las tropas de Irak. También garantizó una salida "ordenada" de los soldados españoles, de modo que no se produzca un vacío de autoridad.

El ministro enfatizó que el posible incremento de tropas en Afganistán y los Balcanes no equivale a enviar a esos destinos a los soldados que saldrán de Irak. "El redespliegue no está en la agenda", manifestó.

EL REDESPLIEGUE En declaraciones anteriores a la prensa, Powell sugirió que pediría a Moratinos el redespliegue en las otras dos zonas conflictivas. El reforzamiento de la misión en Afganistán ya fue apuntada por Rodríguez Zapatero en su discurso de investidura, sin que la presentara como un vaso comunicante con la salida de Irak.

Moratinos celebró un almuerzo de trabajo de una hora con Powell en el Departamento de Estado, antes de reunirse en la Casa Blanca con la consejera de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice. En declaraciones a la prensa, el ministro dijo que su anfitrión le transmitió la "decepción" de EEUU por la retirada de las tropas, pero al tiempo le expresó que EEUU quiere "mirar al futuro" y reforzar sus lazos con España.

"Fue un encuentro extremadamente cordial y positivo", sentenció Moratinos. Antes de la comida, Powell posó unos segundos con su invitado, a quien estrechó la mano con una sonrisa protocolaria. Y no le acompañó a la salida, con el pretexto de que a continuación iba a recibir al titular de Exteriores húngaro.

Pese a la previsible frialdad, Moratinos dijo que la pretensión de ambos es acordar una nueva agenda para fortalecer sus relaciones bilaterales y trabajar juntos por objetivos "compartidos", como la lucha contra el terrorismo internacional.