La exministra española de Asuntos Exteriores Ana Palacio afirmó ayer por la noche ante la comisión de investigación de los atentados del 11 de marzo que los telegramas enviados ese día a las embajadas españolas en el extranjero, que apuntaban a la autoría de la banda terrorista ETA, "pretendían salir al paso de lo que estaba diciendo Arnaldo Otegi" (portavoz del partido ilegalizado vasco Batasuna, que negó la responsabilidad de ETA), porque estaba "teniendo un amplísimo eco en medios internacionales". Palacio justificó también la necesidad del telegrama por la presión informativa sobre las legaciones diplomáticas.

CONTRADICCIONES La exjefa de la diplomacia española descartó que su afirmación sobre la incidencia de las palabras de Otegi contradijera a los exministros Angel Acebes y Eduardo Zaplana, que habían restado credibilidad a las palabras del portavoz de Batasuna. Insistió en que Exteriores hizo un telegrama sólo para neutralizar su repercusión internacional.

En este sentido, el portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Joan Puig, preguntó a la exministra si la intención de su departamento era responder a los medios extranjeros que ya apuntaban hacia el terrorismo islamista el día 11. Palacio acusó entonces a Puig de "tergiversar" y buscar "contradicciones donde no las hay" y subrayó que las declaraciones de Otegi no le merecían "ninguna credibilidad" y que por eso se hizo el envío.

Explicó que todos los telegramas que salen del Ministerio de Asuntos Exteriores llevan la firma de su titular, porque es su responsable, aunque no los redacte ni los supervise todos. En el caso del citado telegrama remitido a las embajadas, Palacio destacó que "no nació de una instrucción expresa" suya, sino del exsecretario de Estado de Exteriores. También insistió en que no se produjo ninguna comunicación al exterior hasta que no hubo una versión oficial del Gobierno.