Juan Carlos y Sofía no quisieron acudir a Barcelona para presidir la final Zaragoza-Real Madrid de la Copa del Rey sin confortar con palabras de aliento y gestos de cariño a los heridos en la masacre.

Sobrecogidos por las muertes y las muchas tragedias humanas que ha dejado el atentado del 11-M, los Reyes quisieron dejar constancia con su visita sorpresa de que la Corona no olvida a las 201 personas que han perdido la vida ni a los que intentan recuperarse de sus heridas.

Las familias de los hospitalizados acogieron a la pareja real con aplausos y vivas, y algunos de ellos no pudieron contener el llanto. La gira comenzó poco antes de las cinco de la tarde en el Hospital Central de la Defensa (antiguo Gómez Ulla).

GESTOS DE LA CORONA Los gestos de Juan Carlos (como ayudar a caminar a un colombiano y charlar con un marroquí) fueron celebrados por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y los ministros en funciones de Defensa y Sanidad, Federico Trillo y Ana Pastor. A continuación se dirigieron al Hospital Doce de Octubre. En el Gregorio Marañón, todo estaba a punto para recibir a los Reyes, pero el tiempo se había agotado en charlas, más prolongadas de lo previsto, al pie de varias camas. Por tanto, tuvieron que desistir.

La visita de ayer fue la primera que realiza el Rey a las víctimas de las bombas de Al Qaeda.