El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, habló ayer en Béjar sobre la supuesta contratación, en la etapa de Federico Trillo (PP), de una empresa que usó inmigrantes sin papeles para prestar servicios a las tropas españolas desplegadas en Irak.

Fuentes del Ministerio de Defensa habían indicado el viernes que se había remitido el caso a la inspección de trabajo, al considerar que Defensa no tenía competencias en un caso de responsabilidad civil, al tratarse de un contrato de prestación de servicios.

Caldera confirmó que "existe la instrucción para que la inspección de trabajo" analice el caso de la empresa que contrató inmigrantes ilegales para labores de apoyo logístico al Ejército español en Irak. Para Caldera, que el "propio Ministerio", en la época de Trillo, tuviera que recurrir a estas supuestas actuaciones "demuestra que no había cauces para que la inmigración fuera legal". Según el ministro, estas situaciones demuestran "la necesidad de aprobar la reglamentación sobre inmigración".