La policía hizo ayer tres nuevas detenciones en Madrid dentro de la investigación de los atentados del 11-M. Se trata de un marroquí, un saudí y un egipcio. El ministro del Interior en funciones, Angel Acebes, señaló que el marroquí había desaparecido de su domicilio el mismo día del atentado y tenía relación con algunos detenidos. En cuanto al saudí y el egipcio, el ministro se limitó a señalar que también tenían relación "con los responsables de los atentados".

Las fuentes policiales consultadas preservaron las identidades de los detenidos para no perjudicar la investigación, aunque confirmaron que, entre las personas que tenían relación con el jefe inmediato de la célula, Serhane ben Abdeljamid, el Tunecino , figura el egipcio Rabei Osman Sayed Ahmed, conocido como Mohamed el Egipcio .

Las detenciones de ayer elevan a 35 el número de personas puestas a disposición judicial por la policía en relación con los atentados del 11 de marzo en Madrid. De ellas, 18 han ingresado en prisión y el resto han quedado en libertad.

Además, anoche se entregó a la policía en el aeropuerto de Barajas el ciudadano bosnio Sanel Sjekirica, que estaba en busca y captura. El joven, a quien se relaciona con algunos de los acusados, había anunciado días antes su intención de entregarse para demostrar su inocencia.

Mientras, el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo, que dirige la investigación, decretó la libertad sin cargos de los seis marroquís detenidos desde el viernes en Madrid y Málaga. Said Aharuch, detenido en la localidad madrileña de Parla junto con su compañero de piso Hasan Belhabj, confesó entre lágrimas que había llegado a España hace un año en una patera y que sobrevivía realizando trabajos de albañil.

COMPAÑEROS EN EL INSTITUTO El primero en salir en libertad, Ibrahim Atalah, natural de Tánger, de 21 años y detenido el pasado domingo en Leganés, también reconoció que conocía a la persona que alquiló el piso donde se inmolaron el Tunecino , el Chino y otros cinco terroristas. Atalah se declaró inocente.

También quedaron en libertad los tres detenidos en Málaga. Dos de ellos, Mohamed Anaua Dahduh y Abdelghafur Abderrazk, dijeron que conocían a Said Berraj, uno de los supuestos autores de la masacre, y que fueron compañeros suyos en el Instituto Español en Tánger.

A preguntas de la fiscal Olga Sánchez, confesaron que habían mantenido contactos con el huido, pero que desconocían su actividad terrorista. Ambos se declararon inocentes y dispuestos a colaborar. El tercer detenido en Málaga, Mohamed el Barruchi, dijo ser cuñado de la mujer de Berraj y aseguró que desconocía su paradero.