"¿La vuelta? Muy bien, pero yo allí no vuelvo". Así de rotundo fue, en la base aérea de Talavera la Real, en Badajoz, uno de los soldados que ayer por la mañana llegaron de Irak, al bajar del autobús que los trasladó del avión a la zona donde aguardaban los familiares.

El vuelo de ayer, el segundo de los cuatro programados en el calendario de regreso de los más de 1.200 miembros de la agrupación Plus Ultra II, llegó pasadas las diez de la mañana con 260 militares. A todos saludó el jefe interino del mando regional centro, general Luis Sánchez Noailles. Muchos de los soldados consultados coincidían en señalar que la misión en Irak ha sido "una gran experiencia" aunque no idílica: "Sí, ha habido momentos duros". Pocos respondían con claridad a la pregunta de si volverían a la zona. Unos, con experiencia previa en misiones internacionales, asentían; algunos esquivaban la pregunta y los menos, admitían sus reservas: "De momento, no". Uno fue tajante: "Yo allí no vuelvo", dijo.

Reencuentro emocionado

En la plataforma de aeronaves de la base, un millar de personas esperaban a los soldados. Cuando llegaron los cinco autobuses con los soldados, los familiares rebasaron la línea de seguridad y dieron rienda suelta a tanta emoción contenida. Gritos y abrazos, lágrimas de alegría; reencuentro de parejas, padres e hijos, amigos. Y hubo silencios, algunos estruendosos, entre los reencontrados. Poco antes, el general Sánchez Noailles, que había mandado el Regimiento Saboya y la Brigada Extremadura durante seis años en Badajoz, respondía a las preguntas de los periodistas sobre la orden del presidente del Gobierno de retirar a las tropas de Irak: "No caben impresiones, sólo cumplir la orden, acatarla y nada más. No hay que comentar nada", replicó. "En seis semanas habrán abandonado Irak", añadió sobre el resto de militares desplazados.

Los próximos aviones de Irak llegarán el 24 de abril, con el jefe de la misión, el general Fulgencio Coll, a bordo, y el día 28. Unos 250 militares viajarán en cada vuelo.