El chef José Andrés es el hombre de las constantes proezas. Un asturiano (Mieres, 1969) forjado en las cocinas catalanas que levantó un imperio culinario en Estados Unidos a medida que se hacía un nombre en el país, primero como rostro televisivo, luego como defensor de los derechos de los inmigrantes y ahora como activista humanitario capaz de alimentar a millones de personas condenadas a la indigencia por las catástrofes naturales. Tras ser elegido como una de las 100 personas más influyentes del mundo por la revista Time y recibir el galardón de la prestigiosa James Beard Foundation al Humanitario del Año por su trabajo en Puerto Rico, Andrés cerrará este año 2018 con una nominación para el Nobel de la Paz, otro hito en la carrera del polivalente chef español.

Andrés ha sido nominado por el congresista de Maryland, John Delaney, según confirmó el mismo político a The Washington Post. Lo ha hecho en una carta enviada al comité noruego del Nobel en la que alaba el compromiso social del cocinero para aportar soluciones creativas a las crisis creadas por los desastres naturales.

MILLONES DE GRACIAS / «Gracias al trabajo de Andrés, millones de personas han sido alimentadas. Esta es la necesidad humana más básica y Andrés ha demostrado ser una figura de talla mundial en este ámbito humanitario», dice la misiva de Delaney, quien ya ha anunciado su candidatura a la presidencia en el 2020.

«Con un increíble espíritu y una mente innovadora, Andrés está solventando uno de los problemas más antiguos del mundo y aportando a los líderes mundiales una nueva hoja de ruta para ofrecer en el futuro una ayuda más efectiva en el contexto de las catástrofes».

Desde que fundara la World Central Kitchen en el 2010 para responder al mortal y terrible terremoto de Haití, Andrés ha incrementado su perfil de activista humanitario. Y lo ha hecho de un modo que ha puesto en evidencia a organizaciones mucho más veteranas y ricas en recursos como la propia Cruz Roja o el Ejército de Salvación.

En Puerto Rico, con la ayuda de voluntarios y los productos que en gran medida encontró en la isla tras el huracán María, estableció una red de cocinas, cadenas de suministros y servicios de entrega que fue capaz de servir más de tres millones de raciones de comida. Desde arroz con pollo a bocadillos, más de lo que logró ninguna otra organización humanitaria.

Desde entonces ha repetido el modelo en otras regiones devastadas, Florida, Carolina del Norte o Guatemala. El reciente puente del Día de Acción de Gracias lo pasó en California atendiendo a los desplazados por el incendio del Camp Fire.

Ante la nominación al Nobel, el cocinero español se quita importancia. «Oh, vaya», dijo, después de una larga pausa, «nominan a cualquiera», dijo a The Washington Post antes de reflexionar sobre la creciente relevancia de la alimentación en todos los ámbitos de la vida pública. «Lo que estamos viendo es que la comida tiene un impacto cada vez mayor», dijo al rotativo.

LAS CANDIDATURAS / De acuerdo con las reglas del Nobel, únicamente ciertas personas señaladas pueden presentar candidaturas a dicho galardón, una prerrogativa que pone al alcance de académicos, legisladores, ministros o antiguos receptores del premio. Para el año2018 se presentaron 331 candidaturas, repartidas entre 216 individuos y 115 organizaciones, la segunda mayor cifra de nominados en la historia del galardón. El cocinero asturiano José Andrés, cuya comida es una de las favoritas del expresidente Obama y su mujer, competirá en la edición del 2019.