Los escándalos de abusos sexuales que han salpicado al sector del cine estadounidense han provocado reacciones de todo tipo e, incluso, movimientos como #MeToo o #TimesUp en las redes sociales, como rechazo explícito a todos los maltratos y acosos que han ido saliendo a la luz. Una gran cantidad de productores y actores de Hollywood han sido denunciados, por ese motivo, y porque la polémica se inició a raíz de las denuncias contra el productor Harvey Weinstein, el sindicato de productores estadounidense (PGA, por sus siglas en inglés) ha difundido un decálogo de pautas de comportamiento para evitar nuevos escándalos en la industria del cine. El objetivo es crear un nuevo Hollywood libre de abusos sexuales, acosos y cualquier otra forma de maltrato laboral. Entre las muchas pautas propuestas destacan, por ejemplo, que cada proyecto deberá tener dos personas encargadas únicamente de escuchar y estar atentas ante cualquier situación de acoso sexual que se dé entre trabajadores o actores: su única misión será, pues, detectar cualquier comportamiento inadecuado por parte de las personas implicadas en el proyecto.

Además, los productores recomiendan que cualquier producción debe proporcionar «educación antiacoso a todos los actores y trabajadores del proyecto» antes de empezar el rodaje. La película Wonder Woman 2, que está previsto que se estrene el 31 de octubre del 2019, es la primera que se está rodando de acuerdo con estas directrices.

Meses antes de que explotara el escándalo de los abusos en Hollywood, la primera película de la heroína ya fue aplaudida por cómo reflejaba a las mujeres, y se convirtió en una de las películas más aclamadas del 2017. Todos estos elogios sin embargo, se vieron truncados cuando el productor del filme, Brett Ratner, fue acusado de acoso sexual por varias mujeres. Fue entonces cuando Gal Gadot, como estrella de la producción, amenazó con abandonar el proyecto si Ratner mantenía su puesto. Warner Bros optó por prescindir de él y apoyar a la actriz. Con este gesto, la película se convertía en todo un referente de la lucha contra los abusos sexuales. La decisión no ha hecho más que confirmar el férreo compromiso de la franquicia y de la directora del filme, Patty Jenkins, con la lucha contra los abusos y el maltrato.