La ganadora de Eurovisión en el 2014, Conchita Wurst, ha querido poner su granito de arena en la gala benéfica Life Ball 2018, un evento internacional que se ha celebrado en Viena este fin de semana y que tiene como objetivo reunir fondos para luchar contra el sida y a la que asisten anualmente numerosas celebridades.

La gala de este año ha girado en torno a la película Sonrisas y Lágrimas y Conchita Wurst no se lo ha pensado dos veces a la hora de ayudar en un tema que le toca muy de cerca, ya que recientemente ha revelado públicamente que es portadora del VIH.

La ganadora de Eurovisión lanzó un nuevo tema musical versionando la canción principal de Sonrisas y Lágrimas, The Sound of Music, con la Wiener Symphoniker, y la cantó, ataviada con una inusual barba rubia (en la foto), en directo en la gala. De hecho, Conchita Wurst ya se había realizado anteriormente fotos emulando a Julie Andrews en el filme, que le valió la nominación al Oscar.

La cantante intercaló su faceta musical con su papel como copresentadora del evento benéfico junto con el actor y director de cine Herbert Fottinger.

Sin embargo, no fue la única eurovisiva que cantó en este evento solidario. Entre otros, la acompañaron Zoe Straub y Nathan Trent, representantes de Austria en el festival en el 2016 y el 2017, respectivamente.

Otros famosos como Adrien Brody, Paris Jackson, Charlize Theron, Caitlyn Jenner, Kelly Osbourne, Brad Goreski y Rufus Wainwright también hicieron acto de presencia en la gala para apoyar la lucha contra el sida.