El presidente palestino, Yasir Arafat, afirmó, en una entrevista que publicó ayer el diario israelí Haaretz , que "por supuesto" entiende que Israel preserve su carácter de Estado judío. Arafat y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) admitieron hace tiempo el derecho a la existencia de Israel, pero su naturaleza judía siempre ha sido una cuestión polémica.

Arafat se ha mostrado siempre cauto respecto de este hecho por dos motivos: el millón y medio de ciudadanos árabes israelís y las implicaciones que tiene sobre el derecho al retorno de los refugiados palestinos. El problema de los refugiados fue uno de los escollos que, según distintos analistas, hizo fracasar las negociaciones de Camp David (2000).

Por su parte, Israel se niega a aceptar a los refugiados en su territorio porque ello equipararía las poblaciones judía y palestina en torno a los cinco millones cada una.

En la entrevista con el rotativo israelí, Arafat defiende que debe haber una solución "justa y pactada" al retorno de los refugiados, pero no indica cuántos refugiados exigiría que Israel admitiera en un hipotético acuerdo de paz.

Arafat afirma que apoya un acuerdo, según el cual Israel se retiraría del 97% o el 98% de Cisjordania y que el 2% o el 3% que se quedaría Israel sería intercambiado. Jerusalén sería la capital de Palestina y la Explanada de las Mezquitas permanecería bajo soberanía palestina. El Muro de las Lamentaciones y el barrio judío de la ciudad vieja de Jerusalén este serían de Israel.