La batalla de Kiev se ha extendido a algunas poblaciones del oeste de Ucrania. La amenaza de la desestabilización del país ha obligado al maltrecho Gobierno de Víktor Yanukóvich a tomar medidas generales para evitar la desmembración del Estado. Autoridades ucranianas han anunciado una operación antiterrorista en todo el país.

Mientras en Kiev la policía cerca la plaza de la Independencia (Maidán), varias ciudades en el oeste de Ucrania, tradicional bastión de la oposición, han sido escenario de madrugada de una ola de asaltos y desordenes públicos.

Las fuerzas de seguridad de Ucrania han anunciado este miércoles una operación antiterrorista en todo el territorio nacional tras el estallido el martes de los violentos desórdenes en Kiev que han causado más de una veintena de muertos.

"Ya he informado al presidente sobre la decisión de lanzar una operación antiterrorista", aseguró Alexandr Yakimenko, jefe del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU, según sus siglas en ucraniano). Yakimenko justifica esta decisión por "la escalada de la confrontación violenta y el empleo masivo de armas de fuego por parte de grupos extremistas".

Armas de fuego

"En muchas regiones del país (los extremistas) toman sedes de los edificios gubernamentales, comisarias de policía, oficinas de los servicios de seguridad, fiscalías, unidades militares y arsenales", dijo. Además, añadió que "arden los tribunales de Justicia y los vándalos destruyen propiedades privadas y matan a ciudadanos pacíficos". Según sus cifras, en las últimas 24 horas más de 1.500 armas de fuego y unas 100.000 balas han caído en manos de delincuentes.

El presidente de Ucrania, Víktor Yanukóvich, advirtió que los líderes de la oposición responderán ante los tribunales por llamar a los manifestantes a tomar las armas y enfrentarse a las fuerzas del orden. "Han cruzado los límites cuando llamaron a la gente a las armas. Y eso es una clamorosa violación de la ley. Y los criminales deben comparecer ante la Justicia, que determinará su castigo", dijo el mandatario ucraniano tras reunirse en la madrugada con los líderes de la oposición parlamentaria.

Otras ciudades

Miles de manifestantes asaltaron esta madrugada un cuartel de las fuerzas de Interior en Lvov, considerada por muchos como cuna del "separatismo occidental" y el nacionalismo ucraniano. Los activistas irrumpieron en el cuartel y lanzaron cocteles Molotov prendiendo fuego a varias instalaciones en la zona. Sin embargo, la policía logró calmar a los asaltantes para impedir que éstos se hicieran con las armas de fuego almacenadas en la armería del cuartel.

La oposición ha hecho llamamientos a la movilización similares en otras ciudades occidentales como Odessa, Rovno, Ivano-Frankivsk y Úzhgorod. Las autoridades de la capital ucraniana han restringido el acceso por carretera a la capital desde el oeste del país. También resultó detenido un tren de pasajeros procedente de Lvov con destino a Kiev, inmovilizado por agentes de seguridad sin que se informara oficialmente de los motivos.

Contra las comisarías

En la ciudad de Ternópol una masa enfurecida incendió una comisaría de la policía, mientras que en la ciudad de Ivano-Frankivsk, los edificios de la fiscalía y del Comité de Seguridad de Ucrania fueron ocupadas por activistas opositores.

En Rovno, los manifestantes se apoderaron de la base de las fuerzas antidisturbios "Berkut", expulsaron del edificio a los agentes y bloquearon con barricadas el centro de la ciudad.

Según el portal comments.us, en Lutsk, una de las ciudades más antiguas de la región occidental de Volinia, los radicales asaltaron la sede del Partido Comunista de Ucrania y quemaron la oficina del oficialista Partido de las Regiones.

Alrededor de 2.000 manifestantes se congregaron en la plaza central de Úzhgorod en señal de apoyo a los opositores de Kiev, que exigen la destitución de Yanukóvich y protestan contra la decisión de los oficialistas de suspender la asociación con la Unión Europea. Centenares de activistas irrumpieron en la sede de la alcaldía de esa ciudad sin que los agentes de policía ofrecieran resistencia.